NEGATIO
X
No apacientes el
espíritu en otra cosa que en Dios, desecha las advertencias de las cosas, y
traerás paz y recogimiento en el corazón.
El que de los
apetitos no se deje llevar, volará ligero según el espíritu, como el ave
a que no falta pluma.
Grande mal es
tener más ojo a los bienes de Dios que al mismo Dios. Oración y desapropio.
Más quiere Dios
que el alma se goce con él que con
criatura alguna, por más aventajada que sea y por más al caso que le haga.
Acuérdate cuán
vana cosa es gozarse de otra cosa que de servir a Dios, y cuán peligrosa y perniciosa,
considerando cuánto daño fue para los ángeles gozarse y complacerse de su
hermosura y bienes naturales, pues por eso cayeron feo en los abismos.
Cualquier gusto
que se te ofreciere a los sentidos, como no sea puramente para honra y gloria
de Dios, renúncialo y quédate vacío de él por amor de Jesucristo, el cual en
esta vida no tuvo otro gusto, ni lo quiso, que
hacer la voluntad de su Padre, lo cual llamaba él su comida y manjar.
No te hagas
presente a las criaturas si quieres guardar el rostro de Dios claro y sencillo
en tu alma; mas vacía y enajena mucho tu espíritu de ellas, y andarás en
divinas luces, porque Dios no es semejante a ellas.
Los bienes
inmensos de Dios no caben sino en corazón vacío y solitario.
Cuanto Dios más
quiere dar, tanto más hace desear, hasta dejarnos vacíos, para llenarnos de
bienes.
No podrá llegar
a la perfección el que no procura satisfacerse connonada, de manera que la
concupiscencia natural y espiritual estén contentas en vacío, que para llegar a
la suma tranquilidad y paz de espíritu esto se requiere; y de esta manera el
amor de Dios en el alma pura y sencilla casi frecuentemente está en acto.
Mandaba Dios en
su ley que el altar donde se habían de ofrecer los sacrificios estuviese dentro
vacío, para que entienda el alma cuán vacía la quiere Dios de todas las cosas,
para que sea digno altar donde esté su Majestad.
Al pobre que
está desnudo lo vestirán, y a al alma que se desnudare de sus apetitos,
quereres y no quereres la vestirá Dios de su pureza, gusto y voluntad.
Quien no quiere
otra cosa sino Dios, no anda en tinieblas, aunque más oscuro y pobre se vea en
su estimación.
Si quieres ser
perfecto vende tu voluntad y dala a los pobres de espíritu, y ven a Cristo por
mansedumbre y humildad, y síguele hasta el calvario y sepulcro.
Oh almas criadas
para tantas grandezas, y para ellas llamadas ¿Qué hacéis, en qué os
entretenéis? Oh miserable ceguera de los hijos de Adán, pues en tanta luz están
ciegos y a tan grandes voces sordos, pues en tanto que buscan grandeza y
gloria, se quedan miserables y bajos y de tantos bienes indignos.
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