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lunes, 28 de mayo de 2012

SANTORAL 28 DE MAYO



  • San Germán de París, Obispo y Confesor
  • San Agustín de Cantorbery, Obispo y Confesor
  • San Bernardo de Montjoux
  • San Ignacio de Rostov
  • San Justo de Urgel
  • San Senador de Milán
  • Los Mártires de Londres de 1582
  • San Guillermo Filby, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • San Roberto Johnson, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • San Juan Shert, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • San Lorenso Richardson, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • San Lucas Kirby, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • Santo Tomás Cottam, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • Santo Tomás Ford, Mártir (Ver Mártires de Londres de 1582)
  • Beata Margarita Pole, Mártir
  • Beata María Bartolomea de Florencia

28 de Mayo 



SAN GERMÁN,
Obispo y Confesor



 Era peregrino, y me hospedasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
  estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisión, y vinisteis a Mí.
(Mateo, 25, 35-36).

   San Germán, obispo de París, tenía tanta compasión por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberación de los hombres, pedíala a Dios y rompía sus cadenas mediante sus plegarias. Su casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes servía de padre. Siempre tenía varios pobres a su mesa, donde nada veíase que no fuese simple y frugal. Fue advertido del día de su muerte y lo hizo escribir en la cabecera de su lecho. Puesto que tú no sabes el día de la tuya, piensa en ella todos los días.

MEDITACIÓN SOBRE
LAS OBRAS DE MISERICORDIA

   I. Estás obligado a hacer obras de misericordia: no es sólo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que te impone; y si no lo observas, no hay paraíso para ti. En el día del juicio, te salvarás por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarás por haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehúsas a tu prójimo, a Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehúsas. Da poco para recibir mucho, da un pedazo de pan para recibir el paraíso. (San Pedro Crisólgo).

   II. Da ropa a los pobres que carecen de ella; tú estás cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los pobres, y ayúdalos cuanto puedas. Vete a las cárceles, ocúpate de los desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas piedad; si son culpables, acaso tú lo seas más que ellos. Si hubiera de encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no seria más que una dilatada prisión.

   III. Si tu pobreza no te permite asistir con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una cari dad espiritual: visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin, graba bien en tu espíritu este pensamiento: Espera en vano misericordia aquél que, a su vez, no usó de misericordia. (San Pedro Crisólogo).

La práctica de las obras de misericordia 
Orad por los prisioneros.

ORACIÓN

   Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Germán, vuestro confesor t pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.