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viernes, 30 de septiembre de 2011

LA GESTA DE LOS MARTIRES V.b

En el año 177, en Lyon


CARTA DE FRANCIA


LOS MÁRTIRES DE LYON
 (SEGUNDA PARTE)
Para ver la PRIMERA PARTE. AQUÍ



***
San Fotino, obispo de Lyon

El bienaventurado Fotino, a la sazón obispo de Lyon, tenía más de noventa años de edad. De salud muy quebrantada, apenas si podía respirar, tan consumido estaba su cuerpo. Mas el ardor del espíritu le devolvió las fuerzas, pues deseaba el martirio. Le arrastraron a él también al tribunal, con el cuerpo quebrantado por la vejez y la enfermedad, mas con el alma intacta. Por ella debía triunfar Cristo. Fotino fue llevado al tribunal por los soldados. Los magistrados de la ciudad lo acompañaban así como toda una muchedumbre, que profería contra él clamores de todo género, como si hubiese sido Cristo en persona. Su testimonio de fe fue espléndido. El gobernador le preguntó cuál era el Dios de los cristianos. «Si sois digno de Él −dijo− lo sabréis». Le arrastraron entonces con brutalidad y le maltrataron muchísimo. Los que estaban más cerca de él le daban puntapiés o puñetazos, sin respeto siquiera a su edad avanzada. Los que estaban más lejos de él le arrojaban todo cuanto estaba al alcance de sus manos. Cada uno hubiera creído cometer un pecado grave y una impiedad, al no ultrajarle. Pues se figuraban vengar de ese modo a sus dioses. El mártir respiraba apenas cuando lo arrojaron a la cárcel. Murió en ella dos días después. Se realizaron entonces los grandiosos designios de Dios, y los hombres conocieron la misericordia infinita de Jesús. Nuestra comunidad de fieles ha visto raras veces semejante triunfo, mas él era muy según el espíritu de Cristo.

He aquí:


Los mártires, los apóstatas

Los que habían renegado su fe no bien los prendieron, no por eso dejaban de estar detenidos junto con los mártires y compartían sus sufrimientos, pues en la circunstancia la apostasía no podía salvarlos. Los verdaderos confesores de la fe estaban encarcelados como cristianos sin que se les hiciere otra acusación principal; los renegados eran encarcelados por homicidas e impúdicos. Su castigo era dos veces más duro que el de sus compañeros. Éstos, en efecto, hallaban confortación en la alegría del martirio, en la esperanza de las promesas, en el amor de Cristo y en el espíritu del Padre. Los apóstatas, en cambio, estaban atormentados por los remordimientos hasta el punto de que, al pasar entre los demás, se les reconocía, sólo al verles. Los confesores caminaban llenos de alegría, el rostro resplandeciente de gloria y de gracia. Sus mismas cadenas se transformaban en un noble atavío, así como los flecos bordados de oro en el vestido de una novia. Esparcían el buen olor de Cristo tan bien que muchos se preguntaban si no se habían perfumado. Los apóstatas pasaban, los ojos bajos, humillados, repugnantes y feos. Más aún, los mismos paganos los insultaban y los llamaban pillos y cobardes. Se les acusaba de homicidio y habían perdido aún el nombre que constituía su honra, su gloria y su vida. Ese espectáculo afirmó a los demás y los que prendían aún confesaban la fe sin vacilación, sin pensar más en un cálculo diabólico.


Los atletas de Cristo

Luego de tantos sufrimientos su martirio final presenta una variedad muy hermosa. Con flores de todas las especies y de todos los colores, tejieron una corona y la ofrecieron al Padre. En recompensa, los valientes atletas, vencedores en innumerables combates, bien merecían la magnífica corona de la inmortalidad.

Entonces, Maturo, Sancio, Blandina y Atalo, fueron conducidos a las fieras en el anfiteatro, para solazar los ojos de los desalmados paganos. Era un día de combates contra las fieras, que se ofrecía expresamente con motivo de los nuestros.

Maturo y Sancio soportaron nuevamente en el anfiteatro toda clase de tormentos hasta el punto de creerse que jamás los habían torturado antes. Mas ellos eran más bien atletas, ya vencedores del adversario en varias luchas, que libraban entonces el combate decisivo por la corona misma. Hubo todavía azotes, según las costumbres del país, heridas ocasionadas por las fieras y todo cuanto el pueblo delirante reclamaba a voces por todos lados; finalmente, la parrilla en la que los cuerpos al asarse exhalaban un olor de grasa. Mas los paganos no estaban saciados. Redoblaban su rabia contra los mártires; querían vencer su resistencia.

A pesar de todo, nada pudieron conseguir de Sancio, sino la confesión de fe que repetía desde el principio. Para terminar, ya que la vida de los mártires resistía aun después de semejante lucha, los degollaron. Ese día, mártires ofrecidos como espectáculo al mundo bastaron para reemplazar los duelos de gladiadores y sus peripecias.

Blandina, colgada de un poste debía servir de presa a las fieras desenfrenadas. Al verla así, como crucificada y orando en alta voz, los combatientes se sentían más valerosos. En plena lucha miraban a su hermana y creían ver en ella, con los ojos del cuerpo, a Cristo crucificado por ellos, con el fin de asegurar a los creyentes que los que sufren por su gloria vivirán para siempre con el Dios viviente.

SANTORAL 30 DE SEPTIEMBRE





30 de septiembre

 

SAN JERÓNIMO, 
Presbítero Doctor
Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios
para que se nos confiase su Evangelio, 

así hablamos, no para agradar a los hombres, 
sino a Dios, que sondea nuestros corazones.(1 Tesalonicenses, 2, 4).


   La vida de San Jerónimo, hombre rico de Panonia que se hizo bautizar en Roma y fue ordenado sacerdote en Antioquía, no es sino una serie ininterrumpida de trabajos emprendidos por la gloria de Dios. Secretario del Papa San Dámaso, enseñó Sagrada Escritura y dio de ella, en latín, su famosa traducción conocida con el nombre deVulgata, que aprobó el Concilio de Trento. Fue también el azote de las herejías. Su austeridad, sus continuos ayunos y su celo por la conversión de las almas, nos enseñan la virtud y el Evangelio más elocuentemente aun que sus palabras. Murió en el año 420, cerca de los 80 años de edad.
MEDITACIÓN
SOBRE SAN JERÓNIMO
   I. Este santo Doctor abandonó la lectura de los autores profanos, por quienes tenia una especie de pasión, a fin de entregarse de lleno al estudio de los Libros santos. ¿Hasta cuándo perseguirás en tus estudios sólo tu agrado y tu interés? Mira hacia dónde tienden tus vigilias y tus trabajos, y trata de santificarlos mediante la rectitud de tus intenciones. Acuérdate siempre que hay que atribuir a la virtud más valor que a la 
ciencia. Ama la ciencia, pero prefiere a ella la caridad. (San Agustín)
  
 II. San Jerónimo dejó la Ciudad eterna, en la que era colmado de honores, y fue a buscar, en la soledad de Belén, un refugio contra los peligros del mundo. Examina las ocasiones que tienes de ofender a Dios, y abandónalas. En el desierto es donde Jesucristo y un gran número de santos después de Él triunfaron de sus ataques. La gloria del desierto es triunfar del demonio que venció a nuestros primeros padres en el paraíso terrenal. (San Euquerio).

   III. El pensamiento del juicio fue lo que movió a este gran santo a retirarse a la soledad y a imponerse las más rudas mortificaciones. Es menester que el sonido de aquélla trompeta terrible que deberá citarte ante el tribunal de Dios resuene continuamente en tus oídos. ¿Estás pronto a dar cuenta de tu vida? Piensa en ello a toda hora durante el día, tiembla, como lo hacía este santo; abandona los placeres y abraza la cruz. Cuando el sonido de la trompeta haga temblar la tierra y a los que la habitan, tú estarás gozoso. (San Jerónimo).

El pensamiento del juicio
Orad por la educación 

cristiana de la juventud.

ORACIÓN
    Oh Dios, que os dignasteis conceder a la Iglesia un admirable intérprete de las Sagradas Escrituras en la persona de vuestro confesor San Jerónimo, ayudadnos, en consideración de sus méritos, a llevar a la práctica la que enseñó con su palabra y sus actos. Por J. C. N. S. Amén.

jueves, 29 de septiembre de 2011

FRANCISCO MARIA PABLO LIBERMANN


LA HISTORIA DE UN JUDÍO CONVERSO

Padre Libermann


El Venerable Padre Libermann fundó la Congregación Misionera del Espíritu Santo, a la cual Mons. Marcel Lefebvre perteneció y no solo eso, sino que también llegó a ser Superior General. Aquí podemos ver la admirable, honesta y beata decisión de un judío que se convirtió al cristianismo; los frutos dados por esta obra han sido de incalculable valor para la Iglesia.

***

Nace en una pequeña ciudad de la región francesa de Alsacia llamada Saverne el 12 de abril de 1802. El judaísmo era la religión de su familia y de ahí que su nombre original fuese: Jacobo.
Era el quinto de nueve hermanos; su padre, Lázaro Libermann, era rabino y soñaba que su hijo también lo fuese algún día. En 1824 estudiará en la ciudad de Metz, donde había una escuela superior judía. Es aquí donde se entera de la conversión al catolicismo de su hermano Sansón el 15 de marzo de 1824.
Su siguiente etapa sería en París, en el colegio de San Estanislao. Este es un tiempo en el cual Libermann le da muchas vueltas a su vida y a su historia, recordando la religión de sus padres y confrontando la doctrina cristiana. Poco a poco, la fe en el Dios cristiano va penetrando su espíritu y su corazón.
El 24 de diciembre de 1826, a los 24 años, recibe el bautismo y toma como nombre Francisco María Pablo. Un año más tarde, habiendo manifestado su deseo de ser ordenado sacerdote algún día, es admitido en el Seminario de San Sulpicio.
Es entonces, durante su estancia en San Sulpicio, cuando comienza a manifestarse la enfermedad que tendría que padecer durante tantos años : la epilepsia.
A pesar de que esta enfermedad era un impedimento para recibir las órdenes sagradas, los superiores del seminario de San Sulpicio le permiten quedarse, aunque debe cambiar de casa y trasladarse a la pequeña localidad de Issy, cerca de París, donde trabajó durante seis años como ayudante del administrador.
En 1837 parte hacia la ciudad de Rennes, en plena Bretaña francesa, para ser ayudante del maestro de novicios de los Eudistas, donde permanecerá dos años.
Durante su estancia con los sulpicianos, Francisco había tenido la influencia de los llamados “grupos de piedad”, dos de cuyos miembros eran Federico Le Vavasseur y Eugenio Tisserant . Con ellos tuvo la oportunidad de hablar de los proyectos que los dos tenían para la evangelización de los negros esclavos en las colonias francesas.
Libermann comenzó a pensar de que manera les podría ayudar a ellos y a otros jóvenes que aparecerían más tarde. Ellos, a su vez, le hablaron de un posible proyecto misionero adaptado a la regla de vida de los Eudistas. Para ello, lo primero era la aprobación de la Santa Sede y por eso parte a Roma en enero de 1840, donde sería recibido por el Papa Gregorio XVI el 17 de febrero. Comenzaban a darse los primeros pasos para el proyecto que Libermann tenía en mente, “La Obra de los Negros”, pero se le dice que es necesario que sea ordenado sacerdote.
Permanece pues algunos meses más en Roma, donde aprovechará para redactar una “Regla de Vida” para los futuros miembros de la congregación y para redactar su “Comentario al Evangelio de San Juan”.
Viendo Francisco que su salud mejoraba progresivamente, se decide a iniciar los trámites para ser ordenado sacerdote en Estrasburgo, su diócesis de origen y en cuyo seminario ingresaría el 23 de febrero de 1841. El 10 de agosto de ese mismo año es ordenado diácono y, poco después, el 18 de septiembre, recibe la ordenación sacerdotal en la ciudad de Amiens. Celebrará su primera misa en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias de París, consagrando al Corazón de María la Obra de los Negros.
El 27 de septiembre, junto con 12 compañeros que comparten el mismo proyecto misionero, abre el noviciado en La Neuville, un barrio de Amiens, cuya propiedad pertenece al obispado de Amiens y que Libermann comprará en 1842. Esta sería la primera casa de la nueva Congregación del Inmaculado Corazón de María.

SANTORAL 29 DE SEPTIEMBRE




29 de septiembre


SAN MIGUEL, Arcángel

Se trabó un gran combate en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchaban contra el drag6n.
(Apocalipsis, 12, 7)

   San Miguel, el príncipe de los ángeles y el protector de la Iglesia, siempre ha defendido el honor y la gloria de Dios tanto en la tierra como en el cielo. Fue él quien echó del paraíso a Lucifer y sus cómplices. La Iglesia celebra esta fiesta en su honor, y Francia, que lo ha elegido por protector, a menudo ha experimentado los venturosos efectos de su protección. Luis IX creó en su honor la célebre Orden de San Miguel; Rusia también lo tuvo en gran veneración.

MEDITACIÓN
SOBRE SAN MIGUEL
   I. Lucifer se había rebelado contra Dios: tal vez se negaba a adorar el misterio de la Encarnación, que Dios había revelado de antemano a sus ángeles. Imita el celo de este arcángel cuando se trata de los intereses de Dios: declárate abiertamente en contra de los impíos. Cuando el mundo con sus placeres o el demonio con su orgullo te ataquen, diles con San Miguel: ¿Quién como Dios?" Mundo, placeres, honores, riquezas, ¿Pueden acaso tus recompensas compararse a las que Dios me reserva? ¿Quién como Dios?

   II. La humildad y la sumisión procuraron a San Miguel una gloria eterna, y el orgullo precipit6 a Lucifer en los abismos infernales. ¡Temblad, soberbios! la vanidad es la que ha perdido a la más hermosa de todas las creaturas. Humillémonos y temamos comparecer ante Dios que hasta en los ángeles ha encontrado corrupción. ¡Cayeron los astros del cielo, y yo, lombriz, no tiemblo!

   III. Debes honrar a San Miguel, porque es el príncipe de la Iglesia que debe un día asistir al examen de toda tu vida. ¿Qué dirás? ¿qué harás en ese tremendo día? No podrás esperar ayuda alguna ni de tu riqueza ni de tu ciencia. Sólo tus buenas obras abogarán a tu favor ante el Juez supremo. ¿Bastarán para asegurarte una gloria eterna?Llegará ese día en el que un corazón puro valdrá más que palabras hábiles, una buena conciencia más que una bolsa llena de oro. (San Bernardo).

La devoci6n a San Miguel
Orad por la Iglesia

ORACIÓN
    Oh Dios, que reguláis con infinita sabiduría los diversos ministerios de los ángeles y de los hombres, dignaos concedernos como protectores en la tierra a esos espíritus bienaventurados que no cesan en el cielo de ofreceros sus servicios y homenajes. Por J. C. N. S. Amén.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

ESCRITOS DE... P.BASILIO MÉRAMO: LA SALETTE Y FATIMA PROFECIAS APOCALIPTICAS DE LOS ULTIMOS TIEMPOS III


(Continuación de la  2da  Parte. Ver aqui)




La Gran Tribulación

La pérdida de la fe llevará a Roma a su antiguo paganismo convirtiéndose en Panteón de todas las falsas
religiones, esto es lo que La Salette profetiza y así nos advierte que: «el sol oscurece; sólo la fe vivirá» (Ibid.
p.76).
Esto es ni más ni menos que, La  Gran tribulación (Tribulatio Magna), del Evangelio: «Porque habrá,
entonces, grande tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá más.» (Mt.
24,21).
Santo Tomás comentando este pasaje dice: «Habrá, entonces, una gran tribulación, porque habrá una
perversión de la doctrina católica, a causa de la propagación de una falsa doctrina. Y si no fuesen abreviados
aquellos días, a saber, por el testimonio de la doctrina, a causa del refuerzo de la verdadera doctrina, nadie se
salvaría, pues, todos abrazarán la falsa doctrina» (In. Mat. c.24 Ed. Marietti, Taurini 1925 p. 318). Además,
señala Santo Tomás refiriéndose al sol oscurecido, que: «por el sol se designa la Iglesia; pues la Iglesia por
causa de las tribulaciones no se la verá relucir» (Ibid. p. 312).
Es claro y evidente que para el Doctor Angélico la Gran Tribulación de que hablan las Escrituras, consistirá
en una cuestión de doctrina, que sacudirá hasta los cimientos mismos de la Iglesia Católica Apostólica 10
Romana, reducida prácticamente a unos pocos que permanecerán por gracia de Dios firmes en la fe y
conservando la verdadera doctrina católica.
Y tal como expone Orígenes citado por Santo Tomás  unos renglones más arriba con relación a los días
acortados: «Así pueden referirse al advenimiento de Cristo a causa de su Iglesia, y así decía Orígenes que tal
como la palabra del Evangelio se divulgó para su venida, así la falsa doctrina se divulgará para la venida del
Anticristo».
En plena concordancía con las Escrituras y Santo Tomás, La Salette  advierte: «Se predicará una falsa
doctrina, un anti-Evangelio ...predicarán otro Evangelio contrario al del verdadero Cristo Jesús» (p.72).
La confusión y el error llegará a grados inimaginables y el culto de Dios quedará relajado tal como acontece
hoy con la nueva Misa: «Los libros malos abundarán en la tierra, y los espíritus de las tinieblas extenderán
por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios, obtendrán un poder
extraordinario sobre la naturaleza» (Ibid. p.72). Y esto por pérdida de la Fé: «Y se verán por doquier
prodigios extraordinarios, porque la verdadera fé se ha extinguido y la falsa luz alumbra al mundo» (Ibid.
p.72-73).
Ay de la jerarquía que farisaicamente se preocupa por su autoridad y prestigio y deja envenenar los
manantiales puros de la doctrina y de la fe; a ella están dirigidas estas palabras: «¡Ay de los príncipes de la
Iglesia que se hayan dedicado únicamente a atesorar riquezas sobre riquezas, a poner a salvo su autoridad y a
dominar con orgullo!» (Ibid. p. 73), mientras ofrecen un  culto abominable (nueva misa), el cáliz lleno de
abominaciones, sumergiendo la Iglesia en la abominación de la desolación, más grande e inimaginable, de un
culto prostituido bajo las apariencias de piedad, mientras excomulgan al verdadero y único culto de Dios: la
Santa Misa de siempre, cumpliéndose al pie de la letra las profecías de Daniel, para estos últimos tiempos. 
Daniel anuncia profética y apocalípticamente la abolición del culto verdadero a Dios, es decir: del Sacrosanto
Sacrificio de la Misa y la implantación de un falso culto en su lugar, es decir la Nueva Misa o abominación
en lugar santo.
Veámoslo: «Y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación; y sobre el santuario vendrá una
abominación desoladora, hasta que la consumación decretada se derrame sobre el devastador» (Dan. 9,27).
«Sus tropas vendrán y profanarán el santuario de la Fortaleza; harán cesar el sacrificio perpetuo y pondrán
allí la abominación del devastador» (Dan. 11,31). «Desde el tiempo que será quitado el sacrificio perpetuo y
entronizada la abominación desoladora, pasarán mil doscientos noventa días» (Dan. 12,11).
Scio reconoce al citar a San Jerónimo que será abolida la Santa Misa: «Por sacrificio, perpetuo entienden
aquí los padres con San Jerónimo, el de la Eucaristía, y todo el  culto solemne, que ninguno osará ofrecer
públicamente» (Dan. 12, 11 nota 17). Lo cual ocurre hoy al pie de la letra, pues los únicos que osan decir la
Misa tridentina son perseguidos, ultrajados y hasta excomulgados.
Mons. Straubinger comenta en sus notas estos tres pasajes: «Las palabras abominación desoladora (Vulgata:
abominación de la desolación) se refieren según los intérpretes antiguos al ídolo de Júpiter que erigió
Antíoco Epífanes (cf. I Mac. 1,57) o a la imagen del Cesar con que Pilato profanó el templo o a una
profanación semejante. A este pasaje alude Jesús en su gran discurso escatológico (Mt. 24,15), enseñando
que volverá a cumplirse en los tiempos que El anuncia. De ahí que no todos los Padres apliquen esta profecía
a la destrucción de Jerusalén, sino más bien a los tiempos del fin. El mismo doctor máximo admite que puede
tratarse del Anticristo, lo que entre otros, sostiene San Hipólito (en un fragmento cóptico, publicado en
‘Sefard’, 1946, p. 356), San Cirilo de Jerusalén y San Atanasio.» (Dan. 9,27 nota 27). «La abominación es el
culto idolátrico, pues Antíoco erigió en el templo una estatua de Júpiter» (Dan. 11,31 nota 31). Y por último 11
en concordancia con Scio expresa: «Por sacrificio perpetuo entiende aquí San Jerónimo con otros Padres el
culto de la Eucaristía y todo el culto solemne de la Iglesia, que en los tiempos del Anticristo será
obstaculizado. Abominación desoladora: se refiere al Anticristo» (Dan. 12, 11 nota 11).
Monseñor Lefebvre actualiza la profecía de La Salette cuando afirma que: «Roma ha perdido la fe, Roma
está en la Apostasía. Estas no son palabras en el aire, es verdad: Roma está en la Apostasía» (Conferencia
Retiro Sacerdotal 14 Sept. 1987, Ecône).
La concordancia entre esta afirmación de Mons. Lefebvre y la profecía de Nuestra Señora de La Salette sobre
la Apostasía de Roma, no puede ser mayor. Mons. Lefebvre es sin duda junto con Mons. de Castro Mayer,
uno de los más grandes Apóstoles de los últimos tiempos, tal como San Luis María Grignion de Montfort de
algún modo señaló.
La Iglesia obscurecida (eclipsada) tal como lo indica la divisa, de San Malaquías, que corresponde al actual
Pontificado, De labore solis (el eclipse del sol). El sol que según el mismo Santo Tomás designa a la Iglesia:
«Por el sol se designa a la Iglesia; por lo cual, a causa de las tribulaciones la Iglesia no se la verá brillar» (In
Mat. c.24, v29)
Si, «el sol se oscurece, solo la fe vivirá», la Iglesia quedará eclipsada oscurecida, según La Salette. Y es más,
Dom Gaspar Lefebvre, en su comentario al tiempo de pentecostes, dice en su Misal, trayendo una frase del
gran San Agustín que da una gran luz, para el tema que nos trae: «... y la Iglesia, lo mismo que su divina
Cabeza, se verá entonces vencida y clavada en cruz aunque ella ganará la victoria decisiva. ‘El cuerpo de
Cristo, que es la Iglesia, lo mismo que el cuerpo humano, fue en un tiempo joven, aunque al fin del mundo
tendrá una apariencia de caducidad’ (S. Agustín)» (Misal Diario, Ed. Desclée De Brouwer, Brujas - Bélgica,
1938, p.714).
«¿Quién podrá triunfar, si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? (La Salette p.76).
La Iglesia será desolada; «La Iglesia tendrá una crisis espantosa (Ibid p.73). Y esto por causa de la pérdida de
la fe y de la doctrina: «Dado el olvido de la Santa fe de Dios...» (Ibid. p.73).
«En el año 1865 (léase 1965 por el desface de 100 años del tiempo acordado a Satanás en la visión de León
XIII), se verá la abominación en los lugares santos.  En los conventos, las flores de la Iglesia estarán
corrompidas y el demonio se convertirá en rey de los corazones» (Ibid. p.73)
El verdadero culto de Dios, la Santa Misa que es su centro, será fuertemente combatido: «Un precursor del
Anticristo,... pretenderá aniquilar el culto del Creador para que se le considere a él como Dios» (Ibid p.74).
Habrá una falsa paz antes de que el mundo sea castigado por su crímenes y pecados: «La tierra será
castigada... Antes de que esto suceda habrá una especie de falsa paz en el mundo.» (Ibid. p.74).
En verdad no puede haber un designio más profético y apocalíptico que todo esto que ha sido vaticinado por
La Salette.

Crucifijo de la Salette

PUBLICACIONES "LA VERDAD"


San Salvador, sábado 15 de Julio de 1871

LA INFALIBILIDAD PAPAL

S.S. PÍO IX
Et dedit illi in præceptis suis potestatem, in testamentis judiciorun, docere Jacob testimonia et in lege sua lucem dare Israel. Eccli. C. 45, v. 21. Dióle también autoridad á cerca de sus preceptos y leyes judiciales, para enseñar á Jacob los mandamientos y dar á Israel la inteligencia de su ley. (Amant). Así habla la Santa Escritura de Aarón, figura de San Pedro y de sus sucesores, y á ellos aplicable á fortiori, porque si aquel era sombra ó figura ellos ó los Pontífices romanos son la realidad de aquella figura.

 ***

Como uno de los objetos principales del ministerio sacerdotal es la instrucción popular religiosa, ¿qué extraño es que como sacerdote trate yo de fijar las ideas del Pueblo á cerca del sagrado dogma de la infalibilidad del Sumo Pontífice, declarando últimamente en el Concilio Vaticano?

Digo declarado últimamente, no porque hasta ahora comience á creerse en la Iglesia; decir eso sería negarlo, porque todo dogma es una verdad que siempre se ha creído en la Iglesia, y este siempre se ha creído; mas faltaba que se declarase y definiese, ó que el juicio de la Iglesia universal se hiciese público y patente á todos y esa publicidad se la ha dado el último Concilio general confirmándonos en la fe de él como revelado por Dios y contenido en las Santas Escrituras y divina tradición. Ésto supuesto paso á hacer las siguientes explicaciones.

¿Qué quiere decir que el Pontífice romano es infalible? Quiere decir que las doctrinas emanadas de la silla Apostólica ó del romano Pontífice como tal, es imposible que sean erróneas en materia de fe y de costumbre ó en orden al dogma y á la moral. ¿Y el Pontífice siempre es infalible? Siempre, con tal que defina ex-cátedra ó en su calidad de Pontífice y sucesor de San Pedro alguna verdad dogmática ó moral.

¿Y el Pontífice en todas las cosas es infalible? Sí, en todas las cosas que son pertenecientes al dogma y á la moral.

Según eso cuando trate como simple hombre de cosas que no son pertenecientes al dogma ó á la moral ¿es falible? Entonces no es infalible porque procede como simple hombre y no como Vicario de Jesu-Cristo.

¿Pues no dice la Escritura que todo hombre es mendax ó mentiroso, y no es hombre el Pontífice? La Escritura habla del hombre simplemente como hombre y no habla del hombre divinizado en cierto modo por su carácter, no comprende al Pontífice en su carácter especial de Vicario de Jesu-Cristo; de lo contrario, comprendería también al mismo Jesu-Cristo, verdadero hombre, y nadie duda que Él es y fue siempre infalible: la Infalibilidad del Sumo Pontífice no es distinta de la de Jesu-Cristo: Jesu-Cristo mismo es quien es infalible en la persona de su Vicario á quien dijo: pasce oves meas, apacienta mis ovejas, y á quien también dijo: yo he rogado por ti para que tu fe no falte. Además, esa proposición, todo hombre es mentiroso, todos saben que es una proposición universal moral y no metafísica y que en su generalidad solo abraza la mayor parte de los individuos, á diferencia de la universal metafísica que abraza á todos los individuos sin excepción, porque se funda ó refiere á la naturaleza misma de la cosa como cuando se dice todo hombre es racional, en cuyo caso tratándose de la naturaleza misma de la cosa, no hay hombre que no esté comprendido: mas en la universal moral no se trata de la naturaleza ó esencia sino de una calidad accidental que sin embargo abraza la mayor parte de los individuos, ¿y quién duda ser de esta clase la proposición expresada? ¿Entra á caso en la naturaleza del hombre, en su esencia, el ser mentiroso? No entra y esa cualidad mala le es extraña y accidental mediante su caída y degradación; así es que esa proposición ni siquiera se extiende al hombre regenerado y vuelto á su primer estado por la gracia, por lo que cualquier cristiano honrado y digno de este nombre tendría por un insulto el que le creyese incluido en el mendax de la Escritura, puesto que esta solo habla del hombre degradado. Ahora bien: ¿y se quiere que comprenda al Pontífice romano en su augusto carácter? No se infiere ni teológica ni lógicamente; no teológicamente, así como no se infiere que el mismo Jesu-Cristo sea falible por su especial carácter, carácter comunicado al Pontífice romano: tampoco lógicamente, así como no se infiere que sea católico algún individuo salvadoreño solo porque es salvadoreño, siendo católicos todos los salvadoreños: no se infiere porque lógicamente de dos particulares no se sigue nada, y porque la proposición todo hombre es mentiroso es particular en el sentido metafísico y aun en cierto orden moral.

SANTORAL 28 DE SEPTIEMBRE


28 de septiembre


SAN WENCESLAO Duque, Mártir

Porque son vírgenes,
siguen al Cordero doquiera que vaya.
(Apocalipsis, 14, 4).



   San Wenceslao, duque de Bohemia, tan grande respeto tenía por el Sacramento del Altar, que personalmente preparaba el pan y el vino destinados al santo Sacrificio, y por la noche se levantaba para ir descalzo, aun en pleno invierno, a visitar las iglesias de su capital. Nada le dolía tanto como ver que se derramase la sangre de sus súbditos. Atacado un día por Radislao, príncipe vecino, le propuso, para evitar efusión de sangre, dirimir sus diferendos mediante un combate singular. Al lanzarse sobre él su adversarío, vio a dos ángeles que lo defendían, y, cayendo a los pies del santo, le propuso la paz. Su hermano Boleslao atrajo al duque a su casa y lo mató alevosamente cuando iba a la iglesia a oír misa, el 28 de septiembre del año 938, a la edad de 31 años.

MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA
DE VIVIR SANTAMENTE EN EL MUNDO

   I. Para vivir santamente en el mundo, hay que observar los mandamientos y evitar todo lo que pueda ofender a Dios. ¿Te atreverías a decir que ello es imposible, cuando ves a San Wenceslao practicar en el trono las más eminentes virtudes, y conservar intacta su virginidad hasta la muerte? ¿Cómo te conduces con respecto a Dios? ¿No es verdad acaso que el menor de tus cuidados es el de agradarle? Piensas en hacer fortuna, en vivir cómodamente, y no piensas en servir a Dios y conquistar su amistad. Que en adelante tu única ocupación consista en hacer la voluntad del Señor.

   II. Obra en todo siguiendo a tu conciencia; es un secreto monitor que te recordará tus deberes. Si nadie te reprocha el infeliz estado en que vives, tu conciencia te lo advertirá. De tiempo en tiempo escucha lo que te dice. No busques en hacerte de gran reputación en el mundo, sino más bien trabaja por contentar a Dios y a tu conciencia.Nada haré según la opinión del mundo y sí todo según mi conciencia. (Séneca)

   III. Para vivir santamente en el mundo, también es preciso cumplir nuestros deberes para con el prójimo. Tienes parientes, amigos y servidores; debes ocuparte de ellos. Dios te lo manda. Si se condenan como consecuencia de tu debilidad en corregirlos, o de los escándalos que les das, responderás de ello ante Dios. Haz toda clase de esfuerzos para ganar la estimación de las personas virtuosas; en cuanto a los impíos, el aborrecimiento con que te persiguen constituye tu gloria: él es una prueba de tu virtud; porque no te pareces a ellos te aborrecen. Torturad, perseguid, condenad: vuestra injusticia es la prueba de nuestra inocencia. (Tertuliano) 

La preocupación por el personal de servicio.
Orad por las personas constituidas en dignidad
ORACIÓN

    Oh Dios, que, al conceder al bienaventurado Wenceslao la palma del martirio, lo habéis trasladado de un trono terrenal a la gloria del cielo, dignaos, por su intercesión, preservarnos de toda adversidad y hacernos participar de su gloria. Por J. C. N. S. Amén.

martes, 27 de septiembre de 2011

¿QUÉ TENGO YO, QUE MI AMISTAD PROCURAS?


Rafael y Lopez de Vega

Visto en:  De Civitate Dei



¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? 
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!



ESCRITORES CATÓLICOS


LÉON BLOY



Léon Bloy (Notre-Dame-de-Sanilhac, (Dordoña), 11 de julio de 1846 - Bourg-la-Reine, 3 de noviembre de 1917) Escritor católico francés de novela y ensayo. Sus obras reflejan una profundización de la devoción a la Iglesia Católica y la mayoría en general un gran deseo de lo Absoluto.


* * *

Hace mucho sabemos que los jóvenes sólidamente educados podían leer o contemplar obras bellas, aunque hubiese en ellas detalles que hiciesen tiritar a ciertos tonsurados. Eran sanos y fuertes, y las almas sólo asimilaban lo bello. Una sangre generosa y un estómago robusto eliminan fácilmente los venenos. Los anémicos, los deprimidos, los muertos de hambre y de miseria son, por el contrario, las primeras víctimas de toda plaga. El contagio se apodera de ellos como los gusanos del cadáver. Tal es la lamentable situación de los católicos actuales. Privados del alimento vigoroso de las grandes obras, los lectores y las lectoras de «novelas honestas» van a la lujuria como los cerdos al fango. A fuerza de precauciones torpes o imbéciles, las imaginaciones sentimentales perecen como aguijoneadas por el solo pecado de la carne.

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Puntos esenciales. Primero, todo lo que sucede es adorable. Segundo, acuerdo perfecto de la libertad divina y de la libertad humana. Desde toda la eternidad, Dios sabe que tal individuo tal día realizará libremente un acto necesario. Tercero, en fin, todo lo que no es estrictamente, exclusivamente, rematadamente católico, debe ser echado a la basura.

* * *

Yo tengo alma de santo; mi propietario, que es un espantable burgués; mi panadero, mi carnicero, mi tendero, que son acaso horribles canallas, todos tienen alma de santos, puesto que todos son llamados, tanto como tú y yo, tanto como San Francisco o San Pablo, a la vida eterna y comprados por el mismo precio, «magno pretio empti estis». No hay hombre que no sea santo virtualmente, y el pecado o los pecados, aun los más negros, no son más que el accidente que en nada cambia la sustancia.

* * *

Regla absoluta: un acto de amor nunca puede ser ridículo.

* * *

Los ángeles de Navidad no anunciaron la felicidad en la tierra, sino la «paz» a los hombres de buena voluntad: «Pax in terra. Felicitas in coelestibus». Todo lo que nos está permitido desear a aquellos a quienes amamos es la paz en este mundo, aunque sea entre sufrimientos, y esta paz no es posible sino por el amor.

LA GESTA DE LOS MARTIRES V.a

En el año 177, en Lyon

CARTA DE FRANCIA
LOS MÁRTIRES DE LYON
 (PRIMERA PARTE)


En su «Histoire ecclésiastique», Eusebio nos ha conservado citándolo, uno de los más preciosos documentos de la literatura hagiográfica. Redactada al día siguiente de las ejecuciones, en forma de carta, esta Pasión es un modelo del género en cuanto al realismo psicológico y a la exactitud del relato. En ella se realza el heroísmo de los mártires sin disimular los estremecimientos de humanidad en presencia de los suplicios. De condiciones muy distintas, esos cristianos, cada uno a su modo, rinden homenaje a Cristo, y Blandina, la más humilde de todos, no es la menos interesante.

***

Los siervos de Cristo que habitan en Viena y Lyon, en las Galias, a sus hermanos del Asia y de la Frigia que tienen la misma fe y la misma esperanza en la redención: paz, gracia y gloria de por Dios, padre, y por Cristo Jesús, nuestro Señor.

La persecución fue de tal violencia en nuestro país, y tan grande la rabia de los paganos contra los santos, y tanto han sufrido nuestros bienaventurados mártires, que no podríamos hallar las palabras necesarias para haceros de ello un relato completo. Pues con todas sus fuerzas se abalanzó el adversario, el Diablo. Preparaba así su futuro reinado en los infiernos, donde se desenfrenará su violencia. Pasó por todas partes para arrastrar a sus gentes y ejercitarlas en el combate contra los siervos de Dios. No solamente se nos echó de las casas, de los baños y de la plaza pública, sino que aún se nos prohibió a todos nos hiciéramos ver en cualquier parte que fuese.

Sin embargo la gracia de Dios organizó la resistencia; alejó del peligro a los tímidos y opuso al adversario sólidos pilares de la fe, capaces de mantenerse sin moverse y que desviarían hacia sí el choque del malo. Los defensores marcharon al martirio y hubieron de soportar muchos ultrajes y suplicios. Mas no se detuvieron por tan poca cosa, apresuraron el paso hacia Cristo y revelaron al mundo que los sufrimientos de aquí abajo nada son en comparación de la gloria que nos espera allá.


Actitud de la muchedumbre

Soportaron valientemente en primer lugar las brutalidades de la muchedumbre. Fueron golpeados, insultados, zamarreados. Saquearon sus bienes, les arrojaron piedras, les encerraron juntos. Soportaron todo cuanto un populacho desenfrenado se complace en hacer sufrir a odiosos enemigos. Luego los hicieron subir al foro. Allí, el tribuno y los magistrados de la ciudad los interrogaron en presencia de todos. Confesaron su religión y fueron encarcelados, esperando la llegada del gobernador.


Un cristiano valiente

El gobernador luego que hubo llegado, los hizo comparecer y se ensañó con ellos en las crueldades acostumbradas contra los cristianos. Uno de nuestros hermanos, Vetio Epágato, estaba presente. Era un hombre tan compenetrado de amor divino y de caridad, era tan perfecto en todo que, a pesar de su juventud, merecía el elogio dirigido al sacerdote Zacarías: «Caminaba de acuerdo con las órdenes y los preceptos del Señor, y su vida era sin mancha». Siempre preparado a sacrificarse por los demás; lleno de celo en el servicio de Dios, hervía en los ardores del Espíritu. Un hombre de ese temple no pudo soportar tantas ilegalidades en el proceso contra los cristianos. Lleno de indignación, reclamó el derecho de tomar la palabra, él también, para defender a sus hermanos y para probar que no hay en nosotros impiedad ni negación de Dios. Mas los que rodeaban al tribunal profirieron alaridos contra él −era un hombre muy conocido−, y el gobernador no hizo lugar a su petición sin embargo tan legítima. El gobernador le preguntó únicamente si él también era cristiano. Aquél, con voz estrepitosa, proclamó que era cristiano; el gobernador lo adjuntó al número de los mártires. Se había dedicado a ser el sostén, el paráclito de los cristianos; mas llevaba en sí el Paráclito, el espíritu de Zacarías. Bien lo había manifestado en ese exceso de caridad que le había hecho exponer su propia vida para salvar a sus hermanos. Era y es aún un verdadero discípulo de Cristo y sigue al Cordero doquiera Él va.


SANTORAL 27 DE SEPTIEMBRE







27 de septiembre
SANTOS COSME DAMIÁN,(1) 
Mártires

Curad enfermos, resucitad muertos,
limpiad leprosos, 
lanzad demonios,
 dad gratuitamente lo que gratuitamente habéis recibido.
(Mateo, 10, 8).

   Los dos hermanos, Cosme y Damián, originarios de Arabia, fielmente observaron este consejo divino. Médicos, cuidaban gratuitamente a los enfermos, y su fe, mucho más aun que su ciencia, obraba curaciones maravillosas, espirituales y corporales. Cuando estalló la persecución de Diocleciano, fue imposible para hombres tan eminentes y distinguidos escapar a las investigaciones. Fueron detenidos por orden de Lisias, gobernador de Cilicia, y, después de diversos tormentos, fueron decapitados, sin duda en el año 303.

MEDITACIÓN
CADA CUAL EN SU POSICIÓN
DEBE TRABAJAR POR EL CIELO

   I. Cada cual quiere descollar en su posición; para lograrlo no hay trabajo que se ahorre; si no alcanza para ello el día, se trabaja durante la noche. En cambio, en la profesión de cristiano, ¡cuán raro es este celo! ¡Cuántos hay, asimismo, que tienen miedo de parecer cristianos; que retroceden, no delante de las amenazas de un perseguidor, sino ante los sarcasmos de cristianos como ellos! ¡Extraña ceguera! ¡El artesano ejerce públicamente su oficio por humilde que sea, y no se avergüenza de su dignidad de cristiano! Nadie reconoce en ti a un cristiano. (Tertuliano)

   II. Debes cumplir tus deberes de estado cristianamente, es decir, de la manera como Dios lo quiere. Para esto, ofrece a Dios, por la mañana, el trabajo de todo el día, protestando que por obedecerle vas a trabajar. Si eres fiel a esta práctica, te cuidarás durante el día de no manchar con el pecado el trabajo que has consagrado al Señor.

   III. No te contentes con ofrecer tus acciones a Dios, esfuérzate por hacer todos los días alguna cosa por Él, con la única mira de agradarle. Trabaja en la gloria de Dios o en el alivio de los pobres: no hay profesión ni oficio que no nos brinde ocasiones para ello. Da a los pobres a fin de darte a ti mismo: lo que les des no lo perderás, lo que les rehúses pasará a mano de otro. (San Pedro Crisólogo).

La caridad
Orad por los pobres.

ORACIÓN
    Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que honrando el nacimiento al cielo de vuestros santos mártires Cosme y Damián, nos veamos libres por su intercesión de todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.

lunes, 26 de septiembre de 2011

UNA CARTA ESPECIAL


PARA LOS FIELES DE SIEMPRE SÍ. 2+2=4.

Compartimos una Carta enviada por una feligresa tradicional a Mons. Williamson:
PARA LOS FIELES DE SIEMPRE SÍ. 2+2=4.
A la atención de S.E. Mons. Williamson:

He leído atentamente sus dos últimos “Eleyson” y cuán grande ha sido mi sorpresa al observar que no ha hecho ninguna mención a la trampa que Roma apóstata está consumando con la Fraternidad, en la que induce a la Tradición y al combate de la misma contra el modernismo vaticano a aceptar que 2+2 no es igual a 4.
Con absoluta sinceridad y con el máximo respeto esperaba de V.E. tranquilizase a un grupo, no muy pequeño por cierto, y le devolviese la confianza que habíamos depositado en V.E. ante el desastre que se avecina para la tradición en el mundo.
¿No cree V.E. que se está repitiendo la traición a la verdadera Iglesia de Cristo que ya se produjo durante y después del concilio V2?.
¿Acaso no está la fraternidad en la misma disyuntiva en la que se encontraron todos los obispos que fieles, pero cobardes aceptaron el engaño y donde sólo hubo dos Obispos, AUTÉNTICAMENTE CATÓLICOS, así con mayúsculas,que tuvieron la hombría de enfrentarse a la Roma que acoge al anticristo y que será su sede, si ya no lo es?. 
Esperamos de V.E. nos haga reavivar la ilusión de seguirnos sintiendo auténticamente católicos, y haga sentir su autorizada voz para hacer callar a los enanos de siempre. Así como también no ver a la Fraternidad, por ahora en espíritu, comulgar en el sacrílego acto de Asís, verdadera prueba de la apostasía de Ratzinger.
2+2 aún seguimos creyendo que son 4, espero que V.E. también lo siga creyendo.
Esperamos y pedimos también a Nuestra Señora, a la cual se ha utilizado de mala manera con una cruzada de rosarios para irónicamente pedirle lo que es del todo imposible y absurdo, que mezcle el agua pura, limpia y cristalina con el agua de alcantarilla de la Roma postconciliar, que ruegue a Su Santísimo Hijo que venga cuanto antes a rescatarnos ante el peligro que se avecina, y que por nuestro bien “acorte aquellos días”.
Para ello sí que era necesario hacer una cruzada de Rosarios, para que Él venga pronto: ¡Ven Señor Jesús!