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viernes, 31 de agosto de 2012

SANTORAL 31 DE AGOSTO


 31 de agosto 


SAN RAMÓN NONATO, 
 Confesor



Os habéis hecho partícipes de los que sufrían
afrenta y tribulación; os compadecisteis
de los que estaban entre cadenas.
(Hebreos, 10, 33-34).


   San Ramón pidió a la Santísima Virgen que le hiciese conocer el camino que debía seguir para llegar al cielo; María le ordenó entrar en la Orden recientemente fundada de la Redención de los cautivos (de la Merced). Enviado a Berbería, rescató a gran número de cautivos, y cuando se le agotaron los recursos, se dio a sí mismo en prenda para la libertad de muchos otros. Vuelto a España, fue nombrado cardenal por Gregario IX. Murió en el año 1240, yendo a Roma, donde el Papa lo llamara para utilizarlo en el gobierno de la Iglesia.

  MEDITACIÓN
SOBRE LA OBLIGACIÓN
DE SOCORRER A LAS ALMAS
DEL PURGATORIO

   I. Todos podemos trabajar en la liberación de las almas del purgatorio, que están en una cautividad más cruel que la de los cristianos llevados como esclavos. Puedes tú socorrerlas orando a Dios por ellas, encargando se celebren misas, dando limosnas, practicando alguna mortificación, o sufriendo pacientemente las penas y aflicciones de esta vida con miras a satisfacer por ellas a la justicia de Dios. Puedes prestarles este servicio; ellas no pueden ha cer ya nada por su liberación. Considera los suplicios que padecen.

   II. La justicia te obliga a socorrer a tus padres. que te dejaron tantos bienes; la amistad exige que alivies a tus amigos en su abandono cruel; el agradecimiento te impone la obligación de orar por tus bienhechores; y la caridad. que exige que ames a tu prójimo como a ti mismo, te impone el deber de aliviar a esas almas, como quisieras que se te aliviasen si estuvieras en su lugar. Escucha las quejas que te dirigen.

   III. Si ayudas con tus buenas obras a estas santas almas. Dios hará de modo que contigo se haga otro tanto después de tu muerte. Con todo no te fíes en este auxilio; haz provisión de buenas obras antes de partir de este mundo; lleva tu rescate con tigo y pronto estarás libre; haz penitencia en esta vida. ¡Ah! mucho más dulce es lavar los pecados con las lágrimas de la penitencia. que expiarlos en las llamas del purgatorio.

La caridad
Orad por los prisioneros.

ORACIÓN   

   Señor, que habéis dado al bienaventurado Ramón, vuestro confesor, un celo admirable por la redención de los fieles cautivos de los bárbaros, concedednos por su intercesión que, libres de las cadenas de nuestros pecados, cumplamos con perfecta libertad de espíritu todo lo que os sea más agradable. Por J. C. N. S. Amén.

jueves, 30 de agosto de 2012

LA MUJER ETERNA IV


Gertrud Von Le Fort
La mujer eterna



Ediciones Rialp, S. A.
Madrid – 1957

Título original alemán:
Die ewige frau

(Im Kösel- Verlag zu München)
Traducción de
María Cleofé Aguilera


(Continuación de post anterior)

Pero en la idea de colaboración se da una visión más amplia. La doctrina de la Iglesia desemboca, por un lado, de  la virgo a la idea de la sponsa Christi, y  por el otro lado ala sponsa del hombre. El mismo misterio que se cierne sobre la consagración de las vírgenes vimos que se cerne también sobre la misa de esponsales.”Señor Dios nuestro-leemos en la antigua oración nupcial_-  Tú has querido que la procreación de las generaciones una sea creada de la otra por el mysterium caritatis” El muysterium caritatis que aquí se comprende como misterio de creación, significa en el lenguaje profano el significado creador de la polaridad entre fuerza masculina y femenina. Toda vida se basa en el principio de su cooperación; su   campo de acción se extiende por todo el universo. Bajo este campo de acción de la polaridad  se encuentra también el ámbito de la creación cultural espiritual. O sea, que ya no se trata de la obra independiente de la mujer en la cultura, sino de su papel en la cooperación con el hombre, su papel dentro de la obra de él: se trata de la aceptación de un mysterium caritatis también en el orden espiritual cultural, se trata del carácter nupcial de la cultura.

Aquí se presenta una dificultad aparente. En estricta analogía con el misterio natural de la creación debería corresponder a la mujer la concepción y el fruto intelectuales; la mujer entraría en la obra del hombre en el papel de mater. El mysterium caritatis como nupcial no es aún el misterio de la madre, sino el de sponsa; la sponsa se encuentra entre virgo y mater. Estos conceptos, tal como se encuentran unidos en el título de Maria como la Mujer Eterna en el maravilloso  panorama en el que el dogma sitúa a la mujer, constituyen a la vez dos cimas o puntales básicos entre lo que se desliza como un amplio y fértil valle el inmenso reino de la sponsa, el reino de la compañera del hombre. Se trata de un terreno independiente con la precisa  e importante aclaración de que cada una de las tres formas de validez intemporal de la vida femenina –virgo, sponsa y mater- representa la realización de toda la vida de la mujer, pero cada una dentro de su forma. El contacto entre sí de las distintas formas, el paso de una a otra no quiere decir que una forma supedite a la otra, de manera que solo a la mater corresponda el papel esencialmente femenino. Bien es verdad que la sponsa representa la etapa preliminar de la madre, pero al mismo tiempo también es la portadora de un misterio femenino independiente. La Iglesia lo expresa reconociéndolo al matrimonio sin hijos como plenamente válido e indisoluble; esto quiere decir: la esposa que  se encuentra entre virgo y mater, no sólo es portadora de la generación, sino que como esposa  es  en primer término persona; el carácter sacramental del matrimonio no santifica únicamente a la generación, sino que liga a las personas. No se trata solamente de la  procreación, sino también del significado de gracia del amor mutuo de dos personas, de la responsabilidad espiritual de uno respecto al otro en su camino hacia Dios.

El mysterium caritatis de la misa de esponsales no sólo indica la fecundidad corporal del matrimonio, sino también la espiritual; el hombre y la mujer  según la Iglesia no son “únicamente una sola carne” sino también un solo espíritu. La sponsa que  en un sentido de su ser representa a la futura madre, en otro sentido que no es el natural, sino el espiritual, lleva el carácter de lo virginal en sí, lo lleva como novia. La novia significa el verdadero misterio de la sponsa. De la misma manera que la novia es un misterio independiente, diremos también que es un misterio permanente. El lenguaje popular sabe por qué designa a las  “bodas de palta” precisamente como bodas. Aún como mater la mujer, por cuanto se dedica al amor del hombre, es  como una desposada. Es tomar el carácter del misterio de manera demasiado naturalista cuando en la novia solo vemos la sponsa juvenil del día de la boda. Con respecto al hombre enamorado, la sponsa queda de por vida siendo novia, igual que el día de la boda se repite durante toda la vida; la nupcialidad de la mujer responde al milagro del amor que siempre se renueva. Del carácter de virgo-sponsa, como se nos presenta en la sponsa Christi, cae un reflejo también sobre la sponsa del hombre. De la idea de la eterna nupcialidad surge también sobre ella el rostro de la Mujer Eterna; María, que en su título sólo reúne a la virgo y a la mater, es la desposada del Espíritu Santo. Pero el mismo Espíritu Santo en las Sagradas Escrituras es tanto Espíritu de Amor como Espíritu de la Creación. De esta doble designación se ve claro el doble carácter del mysterium caritatis.  Vemos, pues  como en todas partes la Iglesia ha elaborado los puntos  de vista decisivos. Al igual que la sponsa Chirsti constituye la cima y la aclaración del problema de las vírgenes, así la sponsa ligada sacramentalmente también es la cima de la idea de sponsa. De tras de ella se encuentra la enorme cantidad de posibilidades creadoras entre hombre y mujer en cuanto a espíritu. Existe la esposa que no está ligada sacramentalmente, la amiga, la amante del hombre, existe también su compañera de trabajo.  Sobre todas ellas cae la luz iluminadora de la misa de esponsales. Lo que a la sombra del sacramento es el significado de salvación creadora de dos seres entre sí, en la esfera profana es la comunidad de vida creadora, el significado espiritual único de dos seres uno para el otro. Existe también un mysterium caritatis mundano interno como misterio de creación espiritual entre hombre y mujer, también existe una sponsa como novia del espíritu  masculino. Nos acercamos- pues hablamos de lo cultural-a aquellas célebres parejas que proporcionan la interpretación viva de esta idea. Dante y Beatriz, Miguel Angel y Vittoria Colonna, Hölderlin y Diotima, Goethe y Frau von Stein, Richard Wagner y Mathilde Wesendok, sólo para mencionar los más celebres, nos señalan el camino.
“Tú penetraste en mí por los ojos
Y me obligaste a extenderme poderosamente.”
Se lee en los sonetos de Miguel Angel a Vittoria Colonna. Y más claramente lo vemos aún en Hörderlin cuando se dirije a Diotima:
“Asombrado te miro, como de época pretérita
Oigo voces y dulces cantos y el tañido de las cuerdas
Y en llamas liberado
Se nos eleva por los aires el espíritu.”

Aquí el Yo se ha ampliado en Nosotros, aparece la conciencia de la creación a dúo; aparece el carácter de la creación espiritual como vida, el carácter nupcial de la cultura.
El papel femenino en este mysterium caritatis espiritual es el mismo que en la vida histórico cultural. Sólo en casos poco frecuentes esta colaboración será fecunda para la mujer como creación propia, como, por ejemplo, Elisabeth Barrett-Browning en sus “Sonetos portugueses” o Marianne Weber en su extensa exposición de  la vida y la obra de su  esposo. La mayoría de las veces la mujer desaparece en la obra del hombre  o sólo se hace visible en el homenaje que éste le rinde. Como ejemplo de la completa desaparición de la mujer, incluso de la superdotada, en la obra del hombre, tenemos a Marianne de Willemer; sabemos que su participación en los versos del  “Westöstlinchen Divans” es mayor de lo que podemos determinar en particular. Pero en el fondo no se trata de la determinación de una tal participación de la mujer, sino precisamente porque la mujer muchas veces no colabora activamente aparece la esencia de la participación femenina. La idea de la sponsa como novia del espíritu masculino significa que la sponsa como la otra mitad del hombre es la otra mitad de la existencia en absoluto. También para la creación espiritual vale la maravillosa expresión de la Biblia de que el hombre  debe “conocer” a la mujer. Él conoce en ella la otra dimensión de la existencia humana. Polaridad es totalidad. Es la condición para toda gran obra. Partiendo de aquí se comprende la  confesión casi aterradora de Hörderlin a Diotima:

“Cuando el Dios que me anima
Me amanece en su frente.”

 No “amanece” en el fondo “el Dios”, sino que amanece la totalidad de la creación divina, amanece la otra mitad de la existencia sin la cual tampoco el Dios  puede animar una gran obra. Este es el sentido  que tiene el viaje de Dante por el Infierno y el cielo, primero conducido por un hombre, Virgilio, pero  después por una mujer, Beatriz, la amada de su  juventud. Pero esta otra dimensión en realidad no se presenta, sino que se entrega. El hombre “conoce” a la mujer, pero la mujer es conocida en la actitud de la entrega. En la línea espiritual  de que aquí tratamos no se trata  de que la mujer acoja las ideas masculinas en bien de una colaboración y desarrollo espiritual; esto puede ocurrir  en algún punto, pero es también una forma tan sólo  del mysterium caritatis, no  su esencia. No significa tampoco una simple resonancia comprensiva de la mujer- esto es solo acompañamiento musical- sino que  aquí la entrega es revelación, es una dádiva. La mujer entregada a un hombre, en cualquier forma que sea, le trae  como dote la mitad de un mundo. En la entrega de la mujer  como revelación de esa otra mitad del  mundo se encuentra la participación femenina en la creación histórico cultural del hombre. Entrega es revelación pero velada. Incluso en el más allá se aparece Beatriz a Dante velada.

La revelación de la mujer es tan velada que  a veces el hombre no  reconoce la revelación de lo femenino: cree más bien recibir su propia imagen  antes que a la mujer.

“Entonces sé que soy yo”.

Dice  Hölderlin al sentir la  proximidad de Diotima. Solo al percatarse del otro la imagen propia se hace capaz de crear. Toda imagen tiene su posición dentro del todo; también la esencia del hombre se hace clara en la esencia de la mujer. Totalidad no significa únicamente manifestación de la “otra mitad” de la existencia, sino también de la propia. Así como la mujer solo puede ser conocida por el hombre  cuando este se le aproxima con un amor fecundo, así se reconoce él mismo del todo en su amor. Este es el sentido del “espejo” que tan a menudo aparece  en los testimonios de grandes poetas sobre su relación con la mujer. En este espejo mira Dante cuando Beatriz le pide su confesión en el monte de la purificación. Con esto se comprende también por completo el apasionamiento con que a menudo se ha luchado por  una mujer y su proximidad espiritual; su persona espiritual comprende aquella comprende aquella inmensa dote, de la cual solo puede participar el hombre a través de ella. La sponsa, tal como se encuentra entre virgo y mater, se encuentra también entre la persona y generación; incluso  da un paso más allá de ese límite. La virgo aseguraba al hombre el supremo valor solitario de la cultura; la persona, la sponsa, le aseguraba la colaboración de la mitad de un mundo. De la misma manera que redime la vida del hombre de su soledad, también la arrasa espiritualmente más allá del límite de su persona. Conociendo la presencia de lo femenino se ve claro el elemento anónimo que hay en toda creación.

También aquí surgen los momentos esenciales para todo lo femenino, el carácter de la cooperación y del velo; con otras palabras, en el elemento anónimo de la cultura reconocemos  el puntal invisible de la Historia. La mujer no es lo realmente activo, sino lo cooperante; pero lo cooperante es a la vez contribuyente. Por cierto, para distinguir esta línea se necesita un determinado concepto sobre la esencia de la creación espiritual. Con aparente justificación puede hacerse la objeción de que aquí no existe ninguna diferencia entre el objeto de una creación y el sujeto del creador; simplemente el estar contenida en la obra del hombre no significa una participación de la creación. Sólo que esto es un objeción de la época pretérita de los grandes Yo. Hoy en cada creación cultural no vemos únicamente la obra  de su creador; para nosotros precisamente la esencia de la gran creación es que a ella confluyen muchas corrientes. Nuestra época expresa este conocimiento en el significado que por ejemplo concede al paisaje y al suelo para la obra espiritual. El hombre creador es el orador de un coro. No sólo crea, sino que por medio de él es creado. El verdadero poeta sabe que también el objeto compone con él; conoce la misteriosa penetración de éste en él, sus comunicaciones rayando en lo maravilloso. No se crea que él sólo ama a su tema; el tema le ama a él.
“No siempre los afanes del artista
Llegan a  ordenar su obra según la visión de su espíritu,
Cuando la materia es sorda para darle respuesta.”

dice Dante. La vanidad y la envidia de creador son por eso siempre los delatores de un hombre creador que no lo es en sentido elevado; el hombre creador se resistiría, por el contrario, a ser  celebrado como único promovedor de su obra; el ve claramente que su grandeza  y amplitud dependen de la participación de muchos. Esto es lo que Ricardo Wegner quiere decir con sus célebre palabras: ¡Pueblo alemán, esto es lo que has escrito y compuesto!”

Partiendo de aquí se comprende también los muchos homenajes a menudo delirantes que precisamente rindieron a la mujer muy grandes poetas: eran la ofrenda jubilosa de la conciencia de no crear solos. Toda profunda y autentica figura de mujer que caracteriza la obra del hombre, reconoce en el fondo el mysterium caritatis.

(Continuará)

SANTORAL 30 DE AGOSTO




SANTA ROSA 
DE LIMA 
 PATRONA PRINCIPAL  DE  
IBEROAMÉRICA


Una virgen se ocupa de las cosas del Señor, 
a fin de ser santa de cuerpo y alma.
(1 Corintios, 7, 34).

 
   Rosa de Santa María, (1586-1617) llamada así por la virginal hermosura de su rostro, pues su nombre de pila era Isabel, fue la primera flor de santidad que produjo la América española. Nació en Lima, Perú, de padres de origen español y modestos de condición.  Desde su más tierna edad, Rosa experimentaba una atracción cada día más desbordante hacia la santidad, la virginidad, la devoción, el amor al retiro, un extraordinario espíritu de penitencia. Sus padres deseaban un ventajoso matrimonio dada la belleza de su hija, pues verdaderamente era deslumbrante. Con ese fin, le hacían frecuentar fiestas y banquetes para llamar la atención de los jóvenes más ricos de la ciudad. Rosa obedecía pero sabía sacar provecho de estas fiestas. Debajo de su diadema de rosas colocaba un casquete con pinchos, en forma de corona de espinas. Y bajo sus vistosos vestidos colocaba cilicios y otros instrumentos para macerar su cuerpo. En 1616, a los 24 años, vistió el hábito negro y blanco de la Tercera Orden de Sto. Domingo. Desde entonces todavía progresó más a pasos agigantados por el camino de la perfección. Aseveró su confesor que, "Jamás, ni de día ni de noche, perdía la presencia de Dios en su corazón y que su alma nunca fue mancillada por el pecado venial". El Señor le concedió la gracia de repetir en sí misma los atroces dolores de la Pasión de Cristo. En medio del dolor gritaba: "Aumentadme el dolor, Pero, dios mío, dadme paciencia". Murió el 24 de agosto de 1617 a la edad de 31 años, admirada en toda Lima y querida ya en todo Perú. El Papa Clemente X la canonizó en 1671, siendo la primera santa americana que llegó a los altares. En la Argentina ha sido establecido este día "como Fiesta nacional de Acción de gracias a la divina Providencia, por los beneficios conferidos a la Nación".


MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SANTA ROSA

   I. Trata al menos de encontrar todos los días un momento libre para dedicarte, en la soledad, a la meditación y a la oración. Ama a tus padres por Dios, y los servicios que les hagas, figúrate que los haces al mismo Jesús. Así pensarás en El sin cesar.

   II. San Agustín, hablando de Cristo y de la Iglesia, su Esposa inmortal, dice que son dos en una sola y misma pasión. Así debe ser en cuanto a la unión del alma con Jesucristo. Para agradar al Esposo, es menester hacerse semejante a Él; por eso Santa Rosa practica las penitencias más rigurosas, y lleva en la cabeza un aro de hierro con agudas puntas en su parte interior, semejante a la corona de espinas. Para gozar de los castos abrazos del Esposo, se debe despreciar la propia carne. (San Jerónimo)

   III. Sacrificar la carne y sus concupiscencias, es poco todavía. Mira a Santa Rosa. Ya la pruebe la enfermedad, ya Dios le retire sus consolaciones, a todo se resigna. Lo único que pide a su Esposo, es que aumente su amor en proporción a los sufrimientos que padece. ¡En cambio nosotros nos impacientamos ante la menor contrariedad, nos abatimos ante la menor prueba! Avergoncémonos de nuestra cobardía y adoptemos la resolución de sufrir, por lo menos con paciencia, los males que no podemos evitar. Estáis prometidos a Cristo, le habéis consagrado vuestra voluntad. (Tertuliano)

El desprecio de los placeres
Orad por las vírgenes consagradas a Dios.

ORACIÓN

   Oh Dios poderoso, dispensador de todos los bienes, que habéis provisto a la bienaventurada Rosa con el rocío de la gracia celestial, y que la habéis hecho brillar en América con el fulgor de la virginidad y de la paciencia, concedednos la gracia a nosotros servidores vuestros, de correr tras el olor de sus perfumes, y merecer así llegar a ser un día el buen olor de vuestro Hijo, que, con Vos y el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 29 de agosto de 2012

SANTORAL 29 DE AGOSTO



29 de agosto 



LA DEGOLLACIÓN DE
 SAN JUAN BAUTISTA



Herodes, enviando un alabardero, ordenó traer
la cabeza de Juan en una bandeja.
(Marcos, 6, 27).


   San Juan Bautista había dejado el desierto para amonestar a Herodes que no le era lícito tener como esposa a Herodías, la mujer de su hermano. Irritado el tirano de su audacia, lo hizo arrojar en una prisión. Un día, mientras daba un festín, la hija de Herodías danzó en presencia de los convidados con tanta gracia, que Herodes le prometió concederle todo lo que le pidiese. Pidió ella la cabeza de Juan Bautista. Un soldado, enviado a la prisión, cortó la cabeza al Precursor y la trajo en una bandeja, como si fuese el último plato de este fúnebre festín.


  MEDITACIÓN
SOBRE SAN JUAN, MÁRTIR
DE LA CASTIDAD, DE LA CARIDAD
y DE LA VERDAD

   I. San Juan vivió y murió de la castidad. Para conservar esta virtud angelical, dejó, a edad tierna, la casa de su padre, y se retiró al desierto, donde sujetó su cuerpo mediante continuas austeridades. Si comprendieses tú la belleza de esta virtud, la amarías e imitarías a San Juan. Pero, para conservar la castidad hay que huir del mundo, amar la soledad, practicar la mortificación. Si no puedes morir mártir de la castidad como San Juan, vive como él en inviolable castidad. Algo más grande es vivir en la castidad que morir por ella. (Tertuliano).

   II. San Juan fue también mártir de la caridad. El celo que tenía por la salvación de las almas le hizo dejar la soledad, puesta la mira en convertir a Herodes. ¡Cuán feliz serías tú si pudieses, como el santo precursor, derramar tu sangre por la salvación del prójimo! Si no puedes imitarle, reza al menos por los pecadores, exhórtalos a penitencia, haz abundantes limosnas para obtener su conversión.

   III. San Juan fue también mártir de la verdad: reprochó intrépidamente a Herodes sus escandalosos desórdenes, y prefirió morir antes que traicionar la verdad. Aunque tuvieses que perder la vida nunca debes disfrazar tus sentimientos, ni tolerar el vicio por cobarde complacencia cuando tu deber sea corregirlo. Los hombres aman la verdad cuando ella los halaga, pero sienten aversión por ella cuando les reprende sus defectos. (San Agustín).

La castidad
Orad por las vírgenes.

ORACIÓN   

   Haced, os lo suplicamos, Señor, que la piadosa solemnidad del bienaventurado Juan Bautista, vuestro precursor y mártir, nos obtenga gracias eficaces de salvación. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis en unidad con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 28 de agosto de 2012

SANTORAL 28 DE AGOSTO


28 de agosto 


SAN AGUSTÍN, 
 Obispo, Confesor y Doctor



Por la gracia de Dios soy lo que soy,
y su gracia no ha sido estéril en mí.
(1 Corintios, 15, 10).


   San Agustín, hijo de un pagano de Numidia, que se convirtió al final de su vida, enseñó primero brillantemente retórica en Cartago, Roma y Milán, don de la lectura de un pasaje de San Pablo lo convirtió y donde San Ambrosio lo bautizó. De vuelta a África, después de haber perdido a Santa Mónica, su madre, en Ostia, retiróse a la soledad, y después fue ordenado sacerdote y llegó a ser obispo de Hipona. Entró en correspondencia con San Jerónimo y fue el azote de los herejes. Toda su vida lloró su juventud hasta humillarse por ella en el libro de las Confesiones. Su poderoso genio y su maravillosa ciencia brillan sobre todo en su célebre obra la Ciudad de Dios. Murió en su ciudad episcopal cercada por los vándalos, en el año 430, a la edad de 75 años.

  MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN

   I. Este gran santo resistió hasta la edad de 32 años las inspiraciones de la divina gracia. ¿Acaso yo mismo no he resistido a la gracia? ¿Cómo pasé yo mi juventud? ¿He comenzado por fin a amar a Dios con amor profundo y sincero? ¡Cuántas veces he endurecido mi alma y he menospreciado el llamado del Señor! Comencemos a darnos a Dios. Ah Señor, tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé. (San Agustín).

   II. San Agustín, primero pecador y hereje, llegó a ser después un gran santo; renunció a sus errores y fue durante todo el resto de su vida, el hijo dócil de aquélla gracia que había perseguido. ¿A qué se debe que no imite yo a San Agustín en su penitencia, ya que lo imité en sus desórdenes? ¿Qué he de esperar de los afanes que me tomo por lucir en el mundo? Habré de morir y abandonar esos honores y esas riquezas; y ¿en qué pararé si no estoy en estado de gracia cuando Dios me llame para dar cuenta de mi vida? ¿A qué fin tienden todos nuestros trabajos? ¿Qué buscamos? (San Agustín).

   III. San Agustín fue el doctor de la gracia; la defendió contra los herejes, explicó su naturaleza y descubrió sus maravillosos efectos. Enseña tú a los demás por qué medios podrán recuperar la gracia de Dios: trabaja en la conversión de los peca dores. Sé tú, a tu vez, discípulo de la gracia, si no puedes ser su doctor; estudia los movimientos que imprime a tu corazón, escucha lo que ella te inspira, obedécela fielmente. Si no haces a la gracia inútil en ti, producirá frutos abundantes. (Orígenes).

El deseo de la conversión

Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN   

   Dios omnipotente, escuchad benigno nuestras súplicas y puesto que os servís permitirnos esperar en vuestra bondad, dignaos, por la intercesión del bienaventurado Agustín, vuestro confesor pontífice, derramar sobre nosotros la abundancia de vuestra inagotable misericordia. Por J. C. N. S. Amén.

lunes, 27 de agosto de 2012

SANTORAL 27 DE AGOSTO




27 de agosto 


SAN JOSÉ DE CALASANZ,
 Confesor



El Espíritu del Señor reposó sobre mí;
por lo cual me ha consagrado con su unción,
y me ha enviado a evangelizar a los pobres.
(Lucas, 4, 18). 


   Este santo consagró su vida a la educación cristiana de la niñez. En su juventud, reunía ya a su alrededor a los niños para enseñarles las oraciones y los misterios de la religión. Ordenado sacerdote, se dedicó primero a la predicación en España, su patria; pero, sintiéndose llamado a vida más perfecta aun, se trasladó a Roma, donde la vista de un tropel de niños entregados a los vicios a los que arrastra la falta de educación, le inspiró el pensamiento de fundar escuelas pías. Asoció a su intento a varios eclesiásticos animados de los mismos sentimientos, y su congregación fue erigida por Gregorio XV en Orden religiosa, bajo el nombre de Clérigos regula res de la Madre de Dios de las escuelas pías.


  MEDITACIÓN
SOBRE LA INSTRUCCIÓN
DE LOS POBRES

   I. Hombres apostólicos, aprended de San José a instruir a los pobres. Esta función no es brillante a los ojos de los hombres, pero es grande ante los de Dios y digna de todo vuestro celo. Es fecunda en méritos y en consuelos para vosotros, y en frutos de salvación para esas pobres almas, ¡ay! muy a menudo abandonadas. No se os ama, Señor, porque no se os conoce; si el mundo os conociese, os amaría. (San Agustín).

   II. Padres de familia, velad por la instrucción de vuestros servidores. Enviadlos a la Iglesia para que aprendan en ella el camino del cielo; instruidlos vosotros mismos sobre los deberes que la religión les impone. Una palabra de vuestra boca hará mucha impresión en su corazón; no toleréis sus vicios, y demostrad bondad especial a los que son más virtuosos. ¡Qué gloria para vosotros, si ganáis para Dios el alma de vuestro servidor! No repeláis a vuestros servidores, poseen la misma naturaleza que vosotros. (San Ignacio).

   III. Si tu posición no te permite trabajar en la instrucción y edificación de tu prójimo, por lo menos ora a Dios por la conversión de los pecadores. Tus oraciones atraerán acaso más almas a Dios que los trabajos de los hombres apostólicos. Mientras ellos riegan la tierra con su sudor y su sangre, tú obtendrás del Cielo la gracia, ese rocío celestial que la debe hacer fértil. ¿Qué haces tú por la conversión de los pecadores? Por lo menos humíllate: y si nada puedes hacer por la salvación de los demás, trabaja seriamente por salvar tu alma.


El buen ejemplo

Orad por la educación
cristiana de los niños.

ORACIÓN   

   Oh Dios, que por San José de Calasanz, vuestro confesor, habéis dado a la Iglesia un nuevo auxilio para formar a la infancia en el espíritu de inteligencia y de piedad, concedednos, por sus ejemplos e intercesión, la gracia de practicar y enseñar vuestra doctrina, de modo que merezcamos las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.

domingo, 26 de agosto de 2012

SANTORAL 26 DE AGOSTO


  • San Ceferino, Papa y Mártir
  • San Andrés Huberto Fournet, Confesor
  • Santa Isabel Bichiers des Ages, Virgen
  • Beato Timoteo de Montecchio
  • Beato Tomás Percy, Mártir
  • Beato Bernardo de Offida, Confesor
26 de agosto 


SAN CEFERINO, 
 Papa y Mártir



Estáis llenos de deseos... 
y no conseguís lo que deseáis.
(Santiago, 4, 2).


   San Ceferino, sucesor de San Víctor en la Sede Apostólica, resistió valientemente a los herejes y a los paganos. Durante la persecución del emperador Severo fue el sostén y el consuelo de los fieles; su caridad le hacía experimentar sus sufrimientos como si fueran propios. Murió hacia el año 217.

  MEDITACIÓN
CÓMO HAY QUE ORDENAR
LOS DESEOS

   I. Nuestra felicidad en esta vida depende de la regla que impongamos a nuestros deseos. Aprende a limitarte en el deseo de los bienes naturales. Quisieras gozar de mejor salud, poseer más ingenio, más fuerzas, más hermosas cualidades naturales; este deseo es fuente de inquietudes. Conténtate con lo que Dios te ha dado, agradécele; acaso te condenarías si tuvieses los brillantes talentos que de seas. Aunque ahora tuvieras lo que deseas, no por ello estarías más contento. Sólo Dios puede colmar tus anhelos. Dedícate a hacer su voluntad y todos tus deseos serán satisfechos.

   II. Conténtate asimismo con los bienes de fortuna que Dios te ha dado; no son las riquezas, ni los honores, los que te harán feliz. ¡Cuántas personas hay más pobres que tú y sin embargo son más dichosas, porque no desean sino lo que Dios quiere que posean! El pecador es infeliz, tenga o no tenga lo que él desea. (San Próspero).

   III. Un deseo te es permitido, es el llegar a un grado más alto de santidad; hasta debes imitar las heroicas virtudes que admiras en los santos, en la medida en que tu estado y condición te lo permitan. Examínate acerca de los deseos de tu alma; desea con ardor llegar a la santidad. Nada esperes, nada temas, y habrás reducido a la impotencia la cólera de tu enemigo. (Boecio).

La resignación a la voluntad de Dios
Orad por vuestra patria.

ORACIÓN   

   Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y custodiadlo con protección constante por vuestro bienaventurado mártir y Sumo Pontífice Ceferino, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S. Amén.

sábado, 25 de agosto de 2012

SANTORAL 25 DE AGOSTO



25 de agosto 


SAN LUIS,
 Rey de Francia



Dad al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios.
(Mateo, 22, 21).


   San Luis, rey de Francia, fue dotado de todas las cualidades que hacen a los reyes grandes y a los santos ilustres. Nacido para gobernar a los hombres, fue un héroe en la paz y en la guerra. En toda su vida, según testimonio de su confesor, no cometió ni un solo pecado mortal. De ordinario llevaba un cilicio, y cuando se lo sacaba, daba cuarenta escudos de limosna. El viernes de cada semana ayunaba, se disciplinaba con cadenillas de hierro y ser vía a los pobres con sus propias manos. Dos veces salió de su reino a fin de conquistar Tierra Santa, y en esas expediciones mostró tanta piedad como coraje. Murió en 1270, en África, a la edad de 55 años.


  MEDITACIÓN
SOBRE SAN LUIS,
EL REY CRISTIANÍSIMO

   I. San Luis fue verdaderamente rey, pues supo mandar a sus pasiones, sujetar su cuerpo a la razón, y su razón a Dios. Ayunar, llevar cilicio, vivir en medio de la corte una vida tan santa como la de un cenobita, ¿no es acaso ser dueño de sí mismo? Mira a este santo, mira si lo imitas, si tus pasiones están tan sometidas como las de él a la razón. ¿Qué hay más real que un alma sometida a Dios y dueña de su cuerpo? (San León).

   II. San Luis fue el padre de su pueblo. A todo el mundo amaba, hasta a sus enemigos; no podía tolerar a los detractores; él mismo juzgaba en los procesos de los pobres, nada tomaba más a pecho que el trabajar en la salvación de sus súbditos. Agrade ce a Dios, si te ha dado superiores semejantes a este santo rey. Si tú mismo eres superior, acuérdate que debes ser el padre de tus inferiores. ¿Cómo ejerces la caridad con tu prójimo?

   III. Es preciso ser servidor de Dios para ser buen rey. La piedad de San Luis, la honra que tributaba a las santas reliquias, el celo que lo inflamaba por la conversión de los bárbaros, la generosidad cristiana y heroica que puso de manifiesto combatiendo contra los enemigos de Jesucristo, muestran que olvidaba su título de rey para no acordarse sino del de servidor de Dios. Príncipes de la tierra, si no servís a Dios, ¿qué provecho obtendréis en la otra vida de haber aquí empuñado el cetro? La muerte os arrebatará todas vuestras dignidades: la sola gloria que sobrevive a la tumba es la de haber servido bien al Señor. Servir a Dios es reinar.

La piedad
Orad por los jefes de estado.

ORACIÓN   

   Oh Dios, que hicisteis pasar al rey San Luis de un reino temporal a la gloria del reino eterno, haced, os lo suplicamos, que, por sus méritos y su intercesión, participemos un día con él de la gloría del Rey de reyes, vuestro Hijo Jesucristo, que vive y reina con Vos en unidad con el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 24 de agosto de 2012

SANTORAL 24 DE AGOSTO



24 de agosto 


SAN BARTOLOMÉ,
 Apóstol



Somos embajadores en nombre de Cristo 
y es Dios mismo quien os exhorta por boca nuestra
(2 Corintios, 5, 20)


   San Bartolomé, Apóstol, llevó el Evangelio a las regiones más bárbaras de Oriente. Penetró hasta las extremidades de las Indias. Después de haber obra do allí numerosas conversiones y sufrido mucho por la causa de Jesucristo, volvió a la gran Armenia. Convirtió allá al rey Polemón, con doce ciudades de su reino. Los sacerdotes de los ídolos excitaron contra él a Astiages, hermano del rey, que lo hizo desollar vivo, después de lo cual fue decapitado. Refiérese que cien veces al día arrodillábase para orar a Dios.



  MEDITACIÓN
SOBRE SAN BARTOLOMÉ

   I. Para ser un verdadero apóstol, es decir, un embajador. de Cristo, hay que serle fiel, tomar a pecho los intereses de Dios a, costa de los propios. Es lo que hace San Bartolomé deja él todo para seguir a Jesucristo, para predicar su Evangelio; sacrifica sus placeres, sus intereses; hasta da su vida para ganarle almas y extender su reino. ¿Qué haces tú por la gloria de Jesucristo y por la salvación de las almas? Esto es sin embargo lo más agradable a Dios que puedes hacer.

   II. Un embajador debe estar perfectamente instruido acerca de lo que quiere su príncipe, a fin de hacer su voluntad en todo. San Bartolomé ora a Dios cien veces al día, para saber cuál es la voluntad de Jesucristo, para implorar sus luces y su auxilio. Trabajes lo que trabajes, si tus acciones no están con formes con las miras de Dios, pierdes tu tiempo. ¿Cuántas veces rezas al día y cómo lo haces? Dios mío, ¡que se cumpla en mí vuestra santa voluntad!

   III. Un embajador ha menester de prudencia para llevar a buen término los negocios de su señor; necesita valor para resistir a sus enemigos y dar su vida, si es preciso. San Bartolomé poseyó ambas cualidades. ¿Las tienes tú? Eres tan prudente en las cosas de este mundo, y un niño en las atinentes a tu salvación. Nada te resulta costoso cuando están en juego tus intereses, y el menor obstáculo te detiene cuando se trata de la gloria de Dios. ¡Ah! ¡cuán pocos verdaderos obreros apostólicos existen hoy! ¿Adónde se fue el espíritu de los apóstoles? ¿Dónde están la humildad, los trabajos, el celo de la primitiva Iglesia? (San Bernardo).

 La paciencia
Orad por la India.

ORACIÓN   

   Dios omnipotente y eterno, que nos inspiráis santa fe en la solemnidad del Apóstol San Bartolomé, os suplicamos que concedáis a vuestra Iglesia que ame lo que él ha creído y que predique lo que él ha enseñado. Por J. C. N. S. Amén.


jueves, 23 de agosto de 2012

SANTORAL 23 DE AGOSTO



23 de agosto 


SAN FELIPE BENICIO, 
 Confesor



No es aprobado el que se recomienda a si mismo,
sino aquél a quien recomienda el Señor.
(2 Corintios, 10, 18).


   San Felipe, muy joven aún, exhortó un día a su madre a que diese limosna a los servitas. Una vez que terminó sus estudios, tomó el hábito de esta Orden y recorrió Europa y una parte de Asia, obran do a su paso numerosas conversiones y estableciendo en todas partes cofradías en honor de Nuestra Señora de los Siete Dolores. A la muerte de Clemente IV, sabiendo que los cardenales pensaban elevarlo al solio de San Pedro, huyó a las montañas y allí permaneció escondido hasta la elección de Gregorio X. Murió en Siena, en el año 1285, abrazando el crucifijo que él llamaba su libro.

  MEDITACIÓN
SOBRE EL CONOCIMIENTO
DE SÍ MISMO

   I. Pocas personas se conocen, porque pocos estudian su interior. Y sin embargo el conocimiento de sí mismo es el más importante de todos los que se pueden adquirir. Mira, pues, hoy, al pie de tu crucifijo, lo que eres en el fondo de tu alma. ¿Qué bien has hecho? ¿Qué pecados has cometido? ¿Qué virtudes has practicado? ¿Qué defecto domina en ti? Examina con cuidado todas estas cosas.

   II. Tienes buena opinión de ti mismo porque crees fácilmente a los que elogian tus virtudes. Una falsa apariencia puede engañar a los hombres; pero Dios, que escruta los corazones, no puede ser engañado. Además, comparas tu vida con la de los im píos, y te tienes por santo, porque no eres autor de crímenes monstruosos. Examina el fondo de tu con ciencia, compara tu vida con la de los santos, y te resultará fácil la humildad. Muchas cosas se conocen y uno se ignora, se examina a los otros y se tiene miedo de mirarse a uno mismo.

   III. Ve lo que Dios aprueba o desaprueba en ti. Esas brillantes cualidades que te atraen la atención de los hombres, tal vez te hacen incurrir en la des gracia de Dios. ¿Trabajas únicamente por amor a Dios? ¿Cumples tus deberes de estado? ¿Juzgas tú mismo de tus acciones como juzgarías las de otro, sin prevención y sin amor propio? Colócate frente a ti mismo como si estuvieras frente a otro, y llora sobre ti mismo. (San Bernardo).


La penitencia

Orad por los pecadores.

ORACIÓN   

   Oh Dios, que habéis proporcionado un modelo admirable de humildad en la persona del bienaventu rado Felipe, vuestro confesor, concedednos la gracia de despreciar como él los bienes de la tierra para no aspirar sino a las cosas del cielo. Por J. C. N. S. Amén.

miércoles, 22 de agosto de 2012

INMACULADO CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN


22 de agosto



INMACULADO CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN



Mi Corazón saltará de gozo 
al verme por Ti salvada: 
cantaré al Señor mi bienhechor, 
y salmodiaré al nombre del Señor Altísimo
(Ps. 14, 6).

 
   Por decreto del 4 de mayo de 1944, del Papa Pío XII, la octava de la Asunción de la Santísima Virgen fue sustituida en todo el mundo por la simpática y consoladorosísima fiesta del Inmaculado Corazón de Maria, la madre del amor hermoso y de la santa esperanza.
   Esta era una fiesta que se celebraba ya, aunque en distinta fecha, en muchos lugares y por muchos institutos religiosos; pero que el mundo entero reclamaba, sobre todo desde que Pío Xl realzó tanto la del Sagrado Corazón de Jesús.

   Ahora es ya fiesta universal, con su fecha propia y fija, que es el 22 de agosto, y con su Misa y su Oficio propios, y rito de 2ª clase.

   Mucho contibuyeron a declararla, las célebres apariciones de Fátima, en Portugal, en las que María pedía a los afortunados pastorcitos devoción a su Santísimo Corazón, y mucho también las angustias mortales de la segunda guerra mundial, durante la que todos, desde el Papa hasta los más humildes fieles, confiaron a María el logro de la paz.

   Pío XII consagró el mundo al Inmaculado Corazón de Maria el 8 de diciembre de 1942, consagración que después se repitió en todas las naciones y que culminó, en 1944, con la institución de esta fiesta. En ella pide el Papa a María la paz para todos los pueblos, la libertad para la Iglesia, la misericordia para los pecadores y la pureza de costumbres para todos.

ORACIÓN

   Omnipotente y sempiterno Dios, que preparaste en el Corazón de Santa María Virgen una digna habitación para el Espíritu Santo, concédenos propicio que cuantos celebramos devotamente la festividad de su Inmaculado Corazón, podamos vivir en conformidad con su sacratísimo corazón.

SANTORAL 22 DE AGOSTO



SAN HIPÓLlTO,
Mártir



   San Hipólito, floreció en tiempo del emperador Alejandro Severo. La santidad y ciencia de este Santo movieron al sumo pontífice a nombrarle obispo de Puerto Romano. El prefecto de Roma Ulpiano le hizo prender y arrojar en una profunda hoya llena de agua, donde murió el día 22 de Agosto de 229.

MEDITACIÓN
SOBRE LA BREVEDAD
DE LA VIDA HUMANA

   I. La vida del hombre pasa en un momento; los días, los meses, las estaciones, los años se suceden unos a otros con tanta rapidez. que a la hora de la muerte nos parecerá. que apenas hemos comenzado a vivir. ¿Dónde están los hermosos días de tu juventud? Han huido para no volver. ¡Ah! si hubieses empleado mejor el tiempo que te ha sido concedido, ten drías derecho ahora a brillante recompensa.

   II. No solamente es corta la vida, sino que está llena de miserias; ningún día hermoso sin nubes. ninguna alegría sin mezcla de amargura. ¡Ah! ¡si los placeres de esta vida son amargos, qué no serán sus dolores, sus gemidos y sus lágrimas! La vida es dulce para los insensatos, amarga para los sabios. Oh vida humana, quien te ama no te conoce; los que te menosprecian, ésos son los que te comprenden. (San Gregorio).

   III. No te preocupes, pues, por vivir mucho tiempo. Si vives mal, tu vida no será sino demasiado larga; si quieres santificarte, tendrás tiempo para hacerlo, aunque sea pequeño el número de años. Piensa realmente en emplearlos para el cielo, porque aun la vida de los patriarcas, comparada con la eternidad, no fue sino un punto imperceptible. Pasa, pues, útilmente este breve momento sobre la tierra, y no olvides que de la pérdida del tiempo depende la pérdida de una felicidad sin fin. La vida es larga para quien sepa aprovecharla. (Séneca).

El buen uso del tiempo

Orad por la conversión
de los herejes.

ORACIÓN

   Dignaos, Señor, concedernos vuestro auxilio; y por la intercesión de vuestros bienaventurado mártir Hipólito, extended sobre nosotros la mano de vuestra misericordia. Por J. C. N. S. Amén.


martes, 21 de agosto de 2012

SANTORAL 21 DE AGOSTO



SANTA JUANA FRANCISCA
FRÉMYOT DE CHANTAL, 
 Viuda



Bendito sea Dios, que nos consuela
en todas nuestras tribulaciones.
(2 Corintios, 1, 3-4).


   Santa Juana, durante su matrimonio, se dedicó al ejercicio de todas las virtudes: enseñaba en persona la religión a sus hijos y servidores, los formaba en la piedad, y les daba ejemplo de una caridad sin limites. Jamás rehusaba una limosna pedida en nombre de Jesucristo. Después de la muerte de su marido, hizo voto de castidad, y, para permanecer fiel, inscribió en su pecho con un hierro candente el nombre de Jesús. Resuelta a romper todo lazo con el mundo, se sometió a la dirección espiritual de San Francisco de Sales, y estableció con él la Orden de la Visitación. Afligida, al final de su vida, por espantosas penas interiores, soportó esta prueba con tan ta resignación, que Dios la recompensó con un aumento de consolaciones. Murió el 13 de diciembre de 1641, casi a los setenta años de edad.

  MEDITACIÓN
SOBRE LAS CONSOLACIONES DIVINAS

   I. Dios ha consolado a los mártires y a los penitentes en medio de sus suplicios y austeridades. Ha querido con ello hacerles gustar, ya desde esta vida, una partícula de los gozos que les preparaba en el cielo. Si tuviste tú la dicha de gozar de estas consolaciones alguna vez, reconocerás la verdad de estas palabras de San Agustín: Las lágrimas que se derraman en la oración aventajan sobremanera al gozo de los espectáculos profanos.

   II. Si nunca experimentaste cuán dulce es el Señor para con aquellos que desprecian los placeres del mundo, haz la prueba. Pero recuerda siempre que, para gustar el placer que hay en pertenecer a Dios, es preciso renunciar a las vanas satisfacciones del mundo. No te puedes regocijar con el mundo y con Dios, hay que renunciar a uno o a otro.

   III. Si después de haberte dado a Dios entera mente, no experimentas consuelos sensibles, que Él da o retira a su voluntad, no te aflijas. Dios te ha concedido esas dulcedumbres para atraerte a su ser vicio: Él te las retira porque te has hecho indigno de ellas por tu vanidad o por tu negligencia en sacar provecho de sus gracias. Por tu bien Jesús te con suela, también por tu bien te retira sus consuelos. Viene a ti y se retira; viene para tu consuelo, se retira por tu interés, no sea que la grandeza de las consola ciones te enorgullezca. (San Bernardo).

La resignación

Orad por las almas afligidas.

ORACIÓN   

   Oh Dios omnipotente y misericordioso, que, después de haber abrasado con vuestro amor a la bienaventurada Juana Francisca, la habéis dotado de admirable fortaleza para recorrer la vida por el sendero de la perfección, y habéis querido, por su intermedio, enriquecer a la Iglesia con una nueva familia, haced, por sus méritos e intercesión, que, convencidos de nuestra debilidad y confiados en vuestro poder, lleguemos, con vuestra gracia a vencer todos los obstáculos que se oponen a nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.

lunes, 20 de agosto de 2012

SANTORAL 20 DE AGOSTO



20 de agosto 


SAN BERNARDO,
Abad y Doctor



Cualquiera que hiciere la voluntad de mi Padre,
que está en los cielos, ése es mi hermano
y mi hermana, y mi madre.
(Mateo, 12, 50).


   San Bernardo, nacido en 1090 de noble familia en Fontaines-les-Dijon, entró en la abadía de Císter, acompañado de sus hermanos, y otros veintiséis nobles. Más grande aun por sus virtudes que por su genio, rehusó los arzobispados de Reims, de Génova y de Milán, declarándose indigno de tal honor. Llegó a ser el árbitro de los obispos, de los reyes y de los papas. Predicó una cruzada con prodigioso éxito y fundó una multitud de monasterios. Al mismo tiempo fue un gran taumaturgo y el azote de las herejías. Escribió numerosas obras en las que brilla una doc trina totalmente celestial, que parece fruto de inspiración divina más que resultado del trabajo. Murió en 1153, y fue proclamado, por Pío VIII, Doctor de la Iglesia universal.

  MEDITACIÓN
SOBRE SAN BERNARDO

   I. San Bernardo puede ser llamado: hijo de María. Fue objeto de parte de esta bondadosa Madre de un afecto muy particular, y, en agradecimiento, trabajó todo lo que pudo para propagar su culto. No tenia dicha mayor que la de hablar de la Santísima Virgen. Tú también debes ser hijo de María como San Bernardo. ¡Oh Virgen Santísima, tienes para conmigo la ternura y solicitud de una madre, y en mí no encuentras sino un hijo desnaturalizado! ¿Dónde está el desasimiento, dónde la humildad, dónde las virtudes que deben hacerme semejante a Ti?

   II. San Bernardo es también el hermano de Jesucristo; como Él, ha predicado el desprecio del mundo, y lo hizo con tanto vigor, que al oírlo, la juventud dejaba los placeres del siglo para retirarse a los monasterios. Tenia siempre presente la Pasión de Jesucristo, y para imitarlo entregábase a la más rigurosa penitencia. ¿Eres tú el hermano de Jesucristo? ¿Te pareces a Él? ¿Haces tú, como Él, la voluntad de Dios, tu Padre?

   III. Medita estas cuatro palabras que San Bernardo tenia siempre en los labios: 1) ¡Es terrible ver anonadarse a un Dios, y a un gusano glorificarse! 2) Cuanto más busque el alma consuelo en las creaturas, tanto menos lo encuentra en Dios. 3) Bernardo, ¿para qué te hiciste religioso? ¿No es, acaso, para hacerte santo? 4) A cada instante debemos pensar en la muerte a la que cada instante nos acerca.

La devoción a la Santísima Virgen 

Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN   

   Oh Dios, que habéis enseñado a vuestro pueblo los caminos de la salvación eterna por ministerio del bienaventurado Bernardo, dignaos hacer que, después de haberlo tenido en la tierra como doctor y guía, lo tengamos como intercesor en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.


domingo, 19 de agosto de 2012

SANTORAL 19 DE AGOSTO



19 de agosto



SAN LUIS,
Obispo y Confesor



Que vuestra modestia sea conocida de todos los
hombres, pues el día del Señor está cerca. 
(Filipenses, 4, 5)


   San Luis, hijo de Carlos II, rey de Nápoles, y sobrino nieto de San Luis, rey de Francia, fue dado como rehén a Pedro, rey de Aragón. Vuelto a la libertad, rechazó un magnífico casamiento y la corona de Nápoles, para permanecer fiel al voto que durante su cautividad había emitido de entrar en la Orden de San Francisco. "Jesucristo -dijo el santo- es mi reino: poseyéndolo, poseo todo; si lo perdiese, pierdo todo". Elevado, no obstante su resistencia, a la sede episcopal de Tolosa, edificó a su pueblo con una caridad sin límites y una admirable modestia. Siempre iba acompañado por un religioso encargado de de cirle sus faltas. Murió prematuramente, en el año 1297, contando apenas 23 años de edad.


  MEDITACIÓN
SOBRE LA MODESTIA

   I. La modestia es una virtud que regula el exterior del hombre; debes practicarla, porque no conviene a un cristiano, que debe ser la imagen y copia de Jesucristo, ser descompuesto en sus palabras o en sus actos. Dios está en todas partes; tu buen Ángel te ve; los hombres son testigos de tus inmodestias y se escandalizan de ellas. Todos estos motivos deberían persuadirte a amar esta hermosa virtud, que tanta gloria procura a Dios y tanto bien hace al prójimo. ¡Qué hermoso es dar buenos ejemplos! (San Ambrosio).

   II. Para practicar la modestia, es necesario que consideres tu edad, tu condición, tu género de vida, el tiempo, el lugar y las ocasiones en que te encontrares. Tus miradas deben ser modestas, tanto como tus palabras, tus acciones y todo tu exterior; en una palabra, debes comportarte de tal modo que se pueda decir de ti: "Así es como andaba Jesucristo, así es como obraba y conversaba con los hombres". Quien profesa creer en Jesucristo, debe regular su conducta según la de su Maestro. (San Jerónimo).

   III. La modestia exterior depende de la interior; el rostro no es sino el reflejo de los sentimientos del alma. Si tus pasiones están bien mortificadas, si tu corazón está continuamente ocupado con el pensamiento de Dios, no tendrás mucho trabajo en ser modesto. Tu alma, encontrando su contento en el interior de sí misma, no lo buscará en el exterior. Los sentimientos se manifiestan en nuestro continente, y el rostro es el espejo del alma y la expresión de las costumbres. (San Isidoro).

La huida del pecado

Orad por los cautivos.

ORACIÓN   

   Haced, oh Dios omnipotente, que esta venerable solemnidad del bienaventurado Luis, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.


sábado, 18 de agosto de 2012

SANTORAL 18 DE AGOSTO



18 de agosto


SAN AGAPITO, 
Mártir

Dios no nos ha dado un espíritu de temor,
sino de fortaleza y amor y sobriedad.
(2 Timoteo, 1,7).


   San Agapito, mártir en Prenesta, en la Campaña romana, fue encarcelado a la edad de quince años, azotado con nervios de buey y arrojado después en una espantosa mazmorra, donde quedó abandonado cuatro días sin alimento. Sacándolo de allí, le pusieron brasas encendidas sobre la cabeza, y como no cesaba de dar gracias a Dios, lo suspendieron de los pies encima de un brasero; en seguida arrojaron agua hirviendo y le quebraron las mandíbulas. Por fin, fue arrojado a los leones, y como éstos lo respetasen, se dio término a sus tormentos decapitándolo, hacia el año 274.

  MEDITACIÓN
SOBRE TRES CUALIDADES
QUE DEBEN POSEER LOS CRISTIANOS

   I. Todos los cristianos, pero especialmente los que están constituidos en dignidad, deben poseer tres cualidades. La primera, es el coraje, a fin de sostener los intereses de Jesucristo, y oponerse a la violencia de los que quieren oprimir a los inocentes. Es menester que se expongan a la muerte, si es necesario, por la gloria de Dios y el bien del prójimo. Mucho valor tienes tú cuando se trata de defender tu honra: ¿por qué será que tengas tan poco cuando se trata de la honra de Dios?

   II. El espíritu del cristianismo es un espíritu de caridad. Dios no quiere que lo sirvamos con temor servil, sino con amor filial. Es nuestro Rey, sí, pero, también, nuestro Padre; tiene para con nosotros entrañas de misericordia, quiere también que recurramos a Él con entera confianza. ¿Qué hacemos para probarle a Dios que lo amamos? ¿Acaso pensamos solamente en Dios? ¿Acaso hablamos sólo de Él o por Él? ¿Acaso trabajamos sólo para su gloria? Amemos a Dios y nada temamos; pero todo temamos si no le amamos. ¡Que el alma que ama viva sin temor; pero que ella tiemble, si vive sin amor! (San Agustín).

   III. La prudencia debe regular todas nuestras acciones; debe hacernos adoptar los medios que pueden conducirnos a la perfección, alejarnos de los extremos perniciosos y hacemos encontrar aquel justo medio en el que se halla la virtud. ¡Plegue a Dios que tengas esta sabiduría del Cielo! ¡Ojalá puedas gustar las cosas de Dios, comprender la vanidad del mundo y prever los suplicios del infierno! (San Ber nardo).

 El amor a la sabiduría
Orad por los sacerdotes.

ORACIÓN   

   Que vuestra Iglesia, oh Dios mío, se regocije con el apoyo que encuentra en los sufragios del bienaventurado Agapito, vuestro mártir, y que, sostenida por su gloriosa intercesión, persevere en la piedad y se afiance en la paz. Por J. C. N. S. Amén.