Este es un sitio para católicos tradicionales, con contenidos de teología, meditaciones, santoral y algunas noticias de actualidad.

miércoles, 11 de enero de 2012

MILAGROS EUCARÍSTICOS

CONVERSIÓN DE UN DUQUE
Año 785, Aix-le Chapelle, Francia



Aquel magnánimo rey de los francos, Carlomagno, no siéndole dado subyugar al orgulloso duque de Sajonia, Witikindo, como lo había hecho ya con las fuerzas de las armas a los de  su nación, y no perdiendo, por otra parte la esperanza de ganárselo a su amistad y gracia, tomó la determinación de mandar embajadores que le propusieran una entrevista enviándole al propio tiempo rehenes que garantizasen la seguridad de su persona.

Witikindo, más por tener la nota de cobarde que por dar gusto al rey, aceptó la propuesta de ir a su corte; y  llegado a ella, la majestad y bondad de Carlomagno, lograron lo que tantos y tan valerosos ejércitos francos no habían obtenido, pues el indomable sajón rendía en señal de respeto sus armas al Emperador y se congratulaba  de ser amigo  de un tan poderosos príncipe. Pero Carlomagno no quedaba satisfecho de haberle ganado para sí y su nación, aspiraba a más su noble y generosos corazón, deseaba conquistarle para Cristo.

En efecto: el día en que Witikindo se presentó a la corte de Carlomagno hízole examinar atentamente la Religión de Cristo, que tan cruelmente hasta entonces había perseguido. Conocerla y sentirse preso de admiración y amor fue cosa de un instante; así que abiertos los ojos a la luz de Dios que interiormente obraba en aquella mudanza, no pensó más que en recibir el bautismo para hacerse cristiano, y, volviéndose a su país, dio de mano con los ´dolos y errores del paganismo.

Poco tiempo después de su llegada a Sajonia, no estando todavía suficientemente instruido en los misterios del Cristianismo, vínole curiosidad de ver lo que pasaba en los reales católicos de Carlomagno, y para hacerlo más a su placer vistióse en hábito de peregrino y base a Aix-le-Chapelle, donde por ser tiempo de Semana santa toda la gente comulgaba y la armada francesa cumplía con el precepto Pascual.

Andaba Witikindo de un aparte a otra con  grande atención y piadosa curiosidad, observándolo todo sin cansarse de admirar la belleza de las ceremonias católicas; más siendo pocos días después reconocido por un oficial del Emperador, llamole Carlomagno a su palacio y le preguntó cuál era el motivo de su viaje en traje tan humilde. “la curiosidad, respondió el sajón: he pensado, conmigo mismo, que así pobremente  vestido tendría más comodidades de examinar lo  que pretendía.- Y ¿qué impresión, díjole el Emperador, os han producidos los Oficios del culto católico?_ Todo me ha impresionado profundamente, empero, lo que me ha causado mayor admiración es que cuando el sacerdote, volviéndose  a vosotros os daba un pequeño pan, he visto  que ese pan se convertía en un terno niño resplandeciente de hermosura; le he contemplado con sumo gozo de mi espíritu, y ms ojos se fijaron en él  al ver como tendía los brazos y se dirigía con amor  hacia todos los que se llegaban al pe del altar; pero he reparado que a algunos se entregaba de muy mala gana, con manifiestas señales de repugnancia y horror.”

“Dios os ama, Witikindo, respondióle el Emperador, pues os a concedido la gracia de haber visto lo que nosotros creemos por la fe. El pan se convierte en el Cuerpo  y  Sangre  de Nuestro Señor Jesucristo así que el sacerdote acaba de pronunciar las palabras de la consagración. El se da con alegría a las almas puras, y por el contrario se entrega con indignación a los que tienen el corazón manchado por el pecado. Plugo al Señor manifestaros este misterio a fin de obrar vuestra perfecta conversión.”

El Duque abrazó luego con todo su pueblo la Religión Católica.

(Rohrbacher, Historia Universal de la Iglesia, libro 53.- Crantzius, Hist. De los Sajones, lib.3.)


SANTORAL 11 DE ENERO

11 de enero



SAN HIGINIO,
Papa y Mártir



Crucifican de nuevo en sí mismos al Hijo de Dios,
y lo exponen al escarnio.
(San Pablo a los Hebreos, 6, 6).

   San Higinio, sucesor del mártir San Telésforo en la cátedra de San Pedro, desplegó gran celo en la defensa de la ortodoxia contra los heresiarcas Cerdón y Valentino. Tuvo que sufrir mucho durante los cuatro años que ocupó el trono pontificio. Por eso fue puesto entre los mártires. Murió en el año 142.

  MEDITACIÓN
LOS PECADORES CRUCIFICAN
DE NUEVO A JESUCRISTO   

   I. Jesús ha sufrido una vez en el Calvario por nuestros pecados. No acusemos ni a Judas ni a Caifás ni al pueblo judío ni a Pilatos de haberlo hecho morir, sin pensar que también nosotros somos los autores de su muerte; nuestros crímenes son los que lo clavaron en la cruz. ¡Ah, Jesús!, ¿cómo podré verte morir en un cadalso para expiar mis pecados, sin amarre y sin llorar mis prolongados extravíos?

   II. No sólo una vez he sido la causa de tu muerte en el Calvario, sino que renuevo esta causa cada vez que cometo pecado mortal. Alma mía, ¿no son ya bastantes los dolores que Jesús ha soportado? ¿debo renovar su causa para quedar bien con un amigo, para satisfacer una pasión, para gozar de un placer transitorio?

   III. Jesús fue crucificado en el Calvario una vez y por los judíos que no lo conocían; todos los días, en todo el mundo, hay cristianos, a quienes ha rescatado al precio de su sangre, que renuevan la causa de su suplicio. Nada escatima Jesús para apartarnos del pecado; ¡y nosotros continuamos ofendiéndolo! Escucha, pecador, los reproches que te dirige el divino Salvador: ¿Por qué, con tus pecados, me clavas a una cruz más cruel que aquélla a la que se me clavó hace tiempo? (San Agustín).

La huída del pecado 
Orad por los pecadores

ORACIÓN

      Pastor eterno, mirad con benevolencia a vuestro rebaño y conservadlo con protección constante, por vuestro bienaventurado Mártir y Soberano Pontífice Higinio a quien constituiste pastor de la Iglesia universal.  Por N. S. J. C. Amén