Este es un sitio para católicos tradicionales, con contenidos de teología, meditaciones, santoral y algunas noticias de actualidad.

martes, 17 de agosto de 2010

17 de agosto


  • San Mammes, Mártir
  • San Jacinto, Confesor
  • San Liberato y Compañeros, Mártires
  • Santa Clara de Montefalco, Fundadora
  • Beato Santiago de Savigliano, Confesor
  • Beato Ángel Agustín de Florencia, Confesor
  • Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes. R. Deo Gratias.


SAN JACINTO
Confesor
 
n. 1185 en el Castillo de Lanka, Polonia;
† 15 de agosto de 1257 en Cracovia, Polonia



Mirad, hermanos, que andéis con gran circunspección,
no como necios, sino como prudentes,
recobrando el tiempo, porque los días son malos.(Efesios 5, 15-16)

San Jacinto renunció a todas las ventajas que procura un noble nacimiento, la fortuna y el talento, para entrar en la orden que Santo Domingo acababa de fundar. Sus predicaciones, acreditadas por el don de milagros, produjeron en Polonia efectos maravillosos: hubiérase creído estar en los hermosos días del cristianismo naciente. Después de haber fundado varios monasterios en ese reino, recorrió Prusia, Dinamarca, Suecia y Noruega, que todavía en parte eran paganas: de allí pasó a Ucrania y a Rutenia y penetró hasta el Mar Negro, obrando a su paso numerosas conversiones y fundando monasterios para perpetuar su obra. De vuelta a Cracovia, cayó enfermo y expiró el día de la Asunción en 1257.

MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN EMPLEO DEL TIEMPO

I. El tiempo pasado no existe ya sino en tu recuerdo. ¿Dónde están los dorados años de tu juventud? ¿Qué te queda de ellos, sino el triste recuerdo de los placeres criminales que gustaste, o bien el gozo de las acciones virtuosas que practicaste? ¡Ah! mi vida ha corrido como un torrente, ha pasado como un sueño; de mí dependió acumular tesoros para el cielo, ¡Y no lo hice! ¿Dónde están ahora esos seguidores del mundo a quienes vi en las riquezas y en los placeres? Pasaron ya, y ahora, acaso, estén en el infierno.

II. El tiempo presente está en nuestras manos; utilicémoslo más santamente que en el pasado. Este tiempo es solamente un momento, y en este momento debemos merecer una eternidad de dicha o de desgracia. Dios no me pide más que este momento: ¿se lo negaré? Aun cuando fuese necesario sufrir una eternidad para gozar de Dios, ¿qué motivo tendríamos para quejarnos?

III. El tiempo por venir es incierto; ignoras cuánto te queda en el reloj que debe medir tu vida. No puedes asegurarte ni un solo momento más de vida. ¡Desventurado! No te queda sino una resolución para adoptar: emplear bien el tiempo que tienes; pasa esta hora como si hubiese de ser la última de tu vida; penétrate de este pensamiento todas las mañanas y no te costará concebir un gran dolor por tus pecados y emplear bien tu tiempo.

El buen empleo del tiempo.
Orad por los misioneros.

ORACIÓN

Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Jacinto, vuestro confesor, concedednos, por vuestra bondad, imitar los ejemplos de aquél cuyo nacimiento al cielo celebramos.
Por J. C. N. S.

No hay comentarios:

Publicar un comentario