Tras un acalorado debate, la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa aprobó un documento que permite a médicos abstenerse -sin restricciones- a practicar el aborto o la eutanasia.
La asamblea parlamentaria del Consejo de Europa aprobó hoy -por 56 votos a favor, 51 en contra y cuatro abstenciones- un documento sobre "el derecho a la objeción de consciencia en el ámbito de los cuidados médicos legítimos", que enmienda de manera sustancial un polémico informe presentado sobre la cuestión.
La diputada laborista británica Christine McCafferty había preparado un informe en el que se pedía que los gobiernos de los Estados miembros reglamenten la objeción de consciencia de los médicos, en particular los que apelan a motivos religiosos, morales o filosóficos para no practicar abortos u otras operaciones.
El informe pedía que se introduzcan reglas claras que obliguen a los médicos objetores de consciencia a brindarle a los pacientes información sobre todos los recursos médicos disponibles, inclusos los que él mismo se niega a llevar a cabo.
El documento proponía que se obligue a los médicos a informar a sus pacientes sobre el hecho de que se rehúsan a efectuar determinadas operaciones, y a enviar al paciente interesado hacia otro médico que esté dispuesto a efectuarlas. Los médicos objetores de conciencia, según las recomendaciones del informe, deberían asimismo ser obligados a realizar operaciones a las que se oponen en casos de emergencia o en otras circunstancias particulares, como cuando el médico no objetor más cercano se encuentra demasiado lejos del paciente.
El documento suscitó un intenso debate y fue duramente criticado por la Iglesia y otras instituciones, según las cuales una reglamentación tan estricta de la objeción de consciencia de hecho la volvería del todo inválida.
Y es así que, al cabo de un intenso debate en la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, el texto fue sustancialmente modificado, eliminando las restricciones propuestas por McCafferty a la objeción de consciencia.
Ninguna persona, hospital o institución puede ser obligada o reputada responsable o discriminada si se rehúsa, por el motivo que sea, a llevar a cabo o asistir a un aborto, incluso espontáneo, procedimientos de eutanasia u otros actos médicos que puedan causar la muerte de un feto o de un embrión", se lee en un nuevo párrafo introducido en el texto.
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