BENEDICTO XVI EN ALEMANIA

¿A ESTA IGLESIA QUIERE ENTRAR LA FSSPX PARA TENER "COMUNIÓN PLENA"?

de Vatican Insider. Ver Aquí

Benedicto XVI, el viaje a Alemania marcado por Lutero (¿y no por Cristo? ¿acaso éste es Vicario de Lutero?)

 

El monje rebelde es el convidado de piedra y el hilo rojo que ha llevado de vuelta a su patria a Joseph Ratzinger y que ha marcado su camino de teólogo y de pastor

GIACOMO GALEAZZI
Berlín

 

Durante el vuelo que le ha llevado a Berlín, a una pregunta de los periodistas sobre el significado ecuménico del viaje a Alemania (en particular, relacionada con la etapa de Erfurt dónde mañana se reunirá con los representantes de la Iglesia Evangélica en el antiguo Convento de los Agustinos en el cual se formó Martin Lutero), el Papa claramente indicó el objetivo.  "Profundizar la unidad entre católicos y evangélicos es esencial en este momento histórico- precisa Joseph Ratzinger-. Cuando acepté la invitación a este viaje, para mi era evidente que el ecumenismo con nuestros amigos evangélicos tenía que ser un punto central del mismo".

De hecho, "nosotros vivimos en un tiempo de secularismo y como cristianos, juntos, tenemos la misión de hacer presente el mensaje de Cristo, hacer que sea posible creer". De hecho, "estar juntos, católicos y evangélicos, es un elemento fundamental de nuestro tiempo", ha añadido el Pontífice, según el cual "aunque no estemos unidos institucionalmente, aunque todavía haya problemas grandes, estamos unidos en el fundamento de la fe en Cristo" (!¿de que fe habla?!). También el Presidente de la República Federal Alemana, Christian Wulff, en Bellevue, saludando al Papa se alegró de que Benedicto XVI encuentre a los representantes de la Iglesia Evangélica y vaya a celebrar una función religiosa ecuménica. Precisamente el ecumenismo es uno de los temas de los que más se ha hablado en Alemania durante estos días, en vista de la visita del Papa, del cual se espera una señal en este sentido. "Alemania ha sido la sede de la Reforma, y estoy inmensamente contento de que usted mañana se dirija a Erfurt, una de las ciudades en las cuales obró Lutero"(!!!que burla!!!, la sede del error y de Satanás), ha dicho al Pontífice el Jefe del Estado Alemán.  En conclusión, Lutero es un reformador en vez de un herético.(ERROR!!! SÍ, ES UN !HEREJE!)

En sus estudios teológicos Joseph Ratzinger se ha preguntado más de una vez si el monje alemán que en el Siglo XVI dividió la cristiandad quería crear una fractura o, si en cambio, quería reformar, pero sin traumas, la historia milenaria de la Iglesia.  La tesis de fondo, compartida por el "Papa profesor", es precisamente que Lutero tenía ideas "más católicas" de cuanto ha sido establecido por la historiografía con el paso de los siglos.

MARTÍN SANTO DEL CVII. ORA PRO NOBIS??

Una revalorización del "gran revolucionario" que podría ayudar al diálogo con el mundo protestante. "La reflexión a propósito de Lutero es un signo de atención que favorecerá el clima de encuentro con los protestantes- explica el Cardenal alemán Walter Kasper, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos-. De Lutero tenemos mucho que aprender, empezando por la importancia atribuida a la Palabra de Dios. La atención del Pontífice es la expresión de una visión más positiva, de una concepción mejor articulada de Lutero como figura que ha anticipado aspectos que la Iglesia ha descubierto e inscrito en su recorrido".(SIN PALABRAS!!!) En particular, precisa el Cardenal Kasper, el padre de la Reforma "ha insistido justamente mucho en la importancia de las Sagradas Escrituras, aunque luego ha separado la interpretación del Evangelio del magisterio de la Iglesia". Una "diferencia esencial" que no anula, sin embargo, la "originalidad y la fuerza de la contribución de Lutero". Los luteranos hoy en día son noventa millones, casi todos en Alemania y Escandinavia.

La profundización sobre Lutero es un argumento aparentemente para especialistas pero de amplias repercusiones culturales y religiosas: la sucesión apostólica. Los apóstoles, de hecho, transmitieron su autoridad a los obispos. Pero mientras para los católicos y los ortodoxos esta "entrega de consignas" es la garantía de que la tradición no se perderá, para la mayor parte de los protestantes la sucesión apostólica tiene que ser entendida como sucesión de la Palabra de Dios y no de las estructuras eclesiásticas, que permanecen teológicamente ligeras y no se interponen entre el creyente y Dios. Algunos estudios recientemente realizados en Alemania y en el Norte de Europa, sin embargo, han iniciado a instilar una duda. 

¿No será que esta distinción había sido entendida por Lutero de manera menos rígida de lo que ha parecido durante estos siglos? En Suecia, por ejemplo, la Iglesia Protestante reconoce la sucesión apostólica de una manera más cercana al mundo católico. La rehabilitación hecha por Ratzinger del monje herético tiene orígenes lejanas. Cuando era Cardenal invitaba a reflexionar "muy seriamente" a propósito del fraile agustino y a "salvar lo que había de grande en su teología". Sin callar a propósito del punto crítico (Lutero ya no podía compartir esa certeza que en la Iglesia reconoce una conciencia común superior que la inteligencia y las interpretaciones privadas. De este modo la relación entre la Iglesia y el individuo como tal, entre la Iglesia y la Biblia había radicalmente cambiado"), Joseph Ratzinger, "hablando de la situación alemana, que conozco desde dentro", subrayaba que "era amigo de protestantes verdaderamente espirituales" (NADA HA CAMBIADO EN ÉL, SIGUE SIENDOLO Y A ESO SUMEMOS JUDÍOS SIONISTAS Y MASONES). Y que "hay verdaderamente por parte protestante un nuevo interés respecto a los elementos fundamentales de la realidad católica".