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miércoles, 1 de agosto de 2012

SANTORAL 1 DE AGOSTO




1º de agosto



SAN PEDRO 
AD VINCULA
(En cadenas)



No temáis a los que matan el cuerpo, y esto
hecho ya no pueden hacer más.
(Lucas, 12, 4).

 
   Fue encarcelado San Pedro por orden de Herodes, y los fieles oraban incesantemente a Dios para que librara al Jefe de la santa Iglesia. Sus súplicas fueron escuchadas. Mientras San Pedro, cargado de cadenas, dormía entre dos soldados, el ángel del Señor entró en la prisión y lo despertó, diciéndole: "Levántate presto". En el mismo instante, cayeron las cadenas de sus manos. El ángel condujo a San Pedro hasta la puerta que da a la ciudad, que se abrió ante ellos; avanzaron juntos hasta el final de una calle y el ángel desapareció, dejando al Apóstol lleno de admiración y agradecimiento ante favor tan grande. Fue en seguida San Pedro a llevar a los fieles la nueva de su liberación.


  MEDITACIÓN
SOBRE LAS CADENAS
DE LOS PECADORES

   I. Nuestro cuerpo es una prisión que mantiene cautiva a nuestra alma, y le impide emprender vuelo hacia el cielo. Los santos han conocido y deplorado esta cautividad: ¡tú la conoces y la amas! Los placeres, los honores, las riquezas son las cadenas que te sujetan al mundo y te retienen lejos de Dios. Señor, romped mis cadenas; son agradables en apariencia, pero crueles en realidad. Los bienes de este mundo tienen verdadera amargura, falsa dulzura; dolor cierto, placer incierto. (San Agustín).

    II. El pecador duerme tranquilo en sus cadenas, como San Pedro; no conoce su cautiverio, no piensa en él. ama sus cadenas, porque son de oro y seda. Si consideras el estado de tu alma, verás que está encadenada por todos lados; con todo, duermes, descansas a tus anchas, nada haces por el cielo. Despierta, de una vez por todas, y te asombrarás como San Agustín del lastimoso estado a que te han reducido tus crímenes. Estaba encadenado y no aborrecía mis cadenas; tenía por dulce lo que es amargo y por amargo lo que es dulce.

III.  El Ángel despertó  a San Pedro y rompió sus cadenas: San Pedro siguió al Ángel y le obedeció. Para obrar tu conversión dos cosas son necesarias: el auxilio del cielo, a fin de despertarte del sueño en el que estás sumido y romper tus cadenas que te atan al pecado: y una obediencia pronta, para responder al llamado del Señor. Nada puedes hacer sin la gracia, y nada hace la gracia sin tu cooperación.

 La huida del pecado
Orad por los cautivos.

ORACIÓN   

Oh Dios, que después de haber roto las cadenas del Apóstol San Pedro, le habéis hecho salir de la prisión sano y salvo, romped, os lo suplicamos, las cadenas de nuestros pecados y alejad  de nosotros por vuestra misericordia todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.

martes, 31 de julio de 2012

SANTORAL 31 DE JULIO



31 de julio


SAN IGNACIO DE LOYOLA,
Confesor



Haced todo a gloria de Dios.
(1 Cor., 10, 31).

   La lectura de la vida de los santos inspir6 a San Ignacio el amor a la santidad. Renunció a la gloria de las armas para alistarse bajo el estandarte de Cristo, y para trabajar por la gloria de Dios y la salvaci6n de las almas. Se retiró a la, gruta de Manresa, en la que llevó una vida muy austera. Fue allí donde compuso su admirable libro de los Ejercicios espirituales. Comenzó a estudiar la lengua latina a la edad de 33 años, y durante su permanencia en la Universidad de París, atrajo a varios compañeros con los que echó las bases de la Compañía de Jesús. Murió el año 1556.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
DE SAN IGNACIO

   I. San Ignacio, en la soledad de Manresa, había trazado el plano del edificio espiritual que debía edificar durante toda su vida. Su libro de los Ejercicios espirituales es un resumen de lo que debe hacerse y de lo que él mismo hizo para llegar a la perfección. Comenzó por llorar sus pecados y expiarlos mediante ruda penitencia. Es el primer paso: lavar nuestros pecados con lágrimas. Así procedieron todos los santos; ¿los imitamos nosotros? Aunque no hubiésemos cometido sino un solo pecado mortal, seria suficiente para llorar hasta la muerte.

   II. El segundo paso hacia la perfecci6n, dice San Ignacio, es la imitaci6n de Jesús que obra y sufre para la gloria de Dios y la salvaci6n de los hombres. San Ignacio ha seguido paso a paso a este Modelo de los predestinados: después de su conversión llev6 primero una vida escondida como Él; después se consagró por entero a la salvaci6n del prójimo, sufriendo a causa de esto injurias, calumnias y prisi6n. ¿Cómo imitamos nosotros la vida oculta de Jesús, sus trabajos y sus sufrimientos? Sigamos la divisa de San Ignacio: Todo para la mayor gloria de Dios.

   III. El tercer paso hacia la perfecci6n, que tan alto elevó la santidad de San Ignacio, es la uni6n perfecta con Dios. Para llegar a ella, hay que desasirse del temor de todo lo que no sea Dios, y darse enteramente a Él. Tenemos amor para las cosas de este mundo, y no lo tenemos para Dios. ¡Todo amamos, todo buscamos, sólo Dios nada vale ante nuestros ojos! (Salviano).

El celo por la gloria de Dios
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN

   Oh Dios, que, para la mayor gloria de vuestro Nombre, habéis dado por el bienaventurado Ignacio un nuevo socorro a vuestra Iglesia militante, haced, que después de haber combatido en la tierra, siguiendo su ejemplo y bajo su protecci6n, merezcamos ser coronados con él en el cielo. Por J. C. N. S.  Amén.

lunes, 30 de julio de 2012

SANTORAL 30 DE JULIO



30 de julio


SANTOS ABDÓN y SENÉN,
Mártires



Todo lo tengo por pérdida en cotejo del
sublime conocimiento de mi Señor Jesucristo,
por quien he sacrificado todo.
(Filipenses, 3, 8).

   Abdón y Senén, nobles persas, fueron acusados ante el emperador Decio de haber socorrido a los mártires, y de haber enterrado sus santos restos. Se los apremió a que renegaran de Cristo, se les recordó la nobleza de su cuna, pero respondieron que su ma yor título de nobleza era ser servidores de Dios. Fue ron desgarrados a latigazos, les echaron encima a dos leones y cuatro osos, pero estas bestias feroces se echaron a sus pies. Finalmente, el emperador los hizo decapitar, en Roma, hacia el año 250.

MEDITACIÓN
BUENO ES SERVIR A DIOS y NO AL MUNDO

   I. Muy pocas cosas pide Dios a sus servidores, y esas cosas son honrosas, útiles y agradables. Es honroso servir a Dios, aun en el mundo, porque los servidores de Dios son respetados desde que son conocidos. Es útil servirle: Dios no tiene necesidad de nosotros, nosotros no podemos pasarnos sin Él. Este servicio es agradable, porque la práctica de la virtud es conforme con la razón, y Dios colma de consuelos celestiales 8 quienes le sirven. Experimenta la ver dad de lo que te digo: sirve a Dios fielmente, y pronto confesarás que el placer de servir a un Señor tan bondadoso excede al trabajo de guardar sus mandamientos.

   II. Los adoradores del mundo, por el contrario, sufren intolerable servidumbre. ¿Acaso no es una vergüenza ser esclavo del demonio y de las propias pasiones? Los hombres voluptuosos desprecian, en el fondo de su corazón, a sus compañeros de libertinaje. La felicidad no puede reinar en un corazón des garrado por los remordimientos de la conciencia y agitado por las tempestades de las pasiones. Un poco de oro, una falsa estima, que habrá de abandonarse muy pronto, he ahí las vanas recompensas con que premia el mundo a sus secuaces; y, con todo, hay que sufrir más para contentar al mundo que para contentar a Dios. (San Agustín).

   III. ¿De dónde proviene que el mundo tenga más seguidores y Jesucristo tan pocos servidores? De que se dejan las enseñanzas de Jesucristo para no pensar sino en las máximas del mundo. ¡Quiérese gozar de los bienes presentes y se desprecian los de la vida futura! Se sigue la costumbre y el empuje de las pasiones, y no la doctrina infalible de Jesucristo. Llamóse Jesucristo Verdad y no costumbre. (Tertuliano).

El amor de Dios
Orad por Persia

ORACIÓN

   Oh Dios, que para elevar a la cumbre de la gloria a los bienaventurados Abd6n y Senén, enriquecisteis su corazón con la abundancia de vuestra gracia, con ceded a vuestros servidores el perd6n de sus pecados, y que la intercesión de vuestros santos mártires nos libre de toda adversidad. Por J. C. N. S. Amén.

domingo, 29 de julio de 2012

SANTORAL 29 DE JULIO




29 de julio


 SANTA MARTA,
Virgen



Marta, Marta, te afanas y turbas por muchas cosas;
sin embargo una sola es necesaria.
(Lucas, 10, 4-42).

   Santa Marta, hermana de Marta Magdalena, tuvo la dicha de recibir a menudo en su casa a Jesucristo. Después de la Ascensión, los judíos la dejaron, con su hermano Lázaro y Santa Magdalena, en una barca sin remos ni timón en el mar; pero Dios les hizo de piloto y los hizo arribar a Provenza. Santa Marta construyó un convento en el que varias jóvenes, movidas por su ejemplo, consagraron a Dios su virginidad.

MEDITACIÓN SOBRE LA ÚNICA
COSA NECESARIA

  I. Trabajas sin descanso en hacerte rico y sabio; sin embargo, no es éste el negocio importante; puedes ganar el cielo sin ser rico, sabio o estimado de los hombres. Deja esas ocupaciones, si ellas te impiden trabajar en tu salvación; da de mano las cosas del mundo para dedicarte a la sola cosa verdaderamente necesaria. Ojalá pudieses decir como Tertuliano: Me separé de la muchedumbre, no me ocupo ya sino de una sola cosa, no tengo ya sino un solo cuidado, ¡desembarazarme de todo cuidado!

  II. La salvaci6n es absolutamente necesaria para el bien de tu alma como para el de tu cuerpo. Hay que asegurar esta alma que es inmortal; hay que mortificar el cuerpo durante esta vida, para hacerle feliz durante la eternidad. Estos bienes, estos honores, estos placeres, que tú buscas con tanta avidez pasarán velozmente; pero lo que hayas hecho para tu salvaci6n durará eternamente. Examina seriamente tu conciencia a este respecto, y encontrarás motivo para humillarte y confundirte.

   III. Habrás perdido todo si no trabajas seria. mente en el negocio de tu salvaci6n durante tu vida; después de la muerte ya no hay manera. No tendrás sino una vida, un cuerpo y un alma; el hombre muere solamente una vez, y para el lado en que cae el árbol, allí queda eternamente. ¿Cómo has trabajado hasta ahora en tu salvación? ¡Ah! ¡te has Ocupado de bagatelas, y has descuidado el único negocio de importancia! No hacemos caso de las cosas necesarias, no pensamos sino en Cosas vanas y superfluas. (San Juan Crisóstomo).

La caridad
Orad por el clero.

ORACIÓN

   Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, a fin de que la fiesta de Santa Marta, vuestra virgen, al mismo tiempo que regocija nuestra alma la enriquezca con una tierna devoción. Por J. C. N. S.  Amén.

sábado, 28 de julio de 2012

LA MUJER ETERNA III


Gertrud Von Le Fort
La mujer eterna



Ediciones Rialp, S. A.
Madrid – 1957

Título original alemán:
Die ewige frau

(Im Kösel- Verlag zu München)
Traducción de
María Cleofé Aguilera



(Continuación de post anterior)

Si se ha reconocido la importancia religiosa de la virgen, se llega también a su significado temporal para el ser humano. La misma virgen que sacrifica el matrimonio y la maternidad para representar el valor solitario de la persona, con su sacrificio asegura también el matrimonio y la maternidad. De la misma manera que ella no permanecería virgen si no alzara ante su persona la idea del matrimonio, así defiende también el matrimonio de sus hermanas. En el exceso de mujeres es fatal la disolución del matrimonio tan pronto como la soltera menosprecia la virginidad. Sin la virgen no hay matrimonio, y por tanto tampoco maternidad protegida. La virgen que cierra la  generación para asegurar el valor de la persona, por otra parte también asegura a la generación, la asegura precisamente por el  aprecio del valor de la persona. De la misma manera  que el matrimonio y la virginidad están anclados en el mysterium caritatis, también lo están en la persona. El matrimonio en lo más íntimo está fundado en su valor. Así el valor supremo de la persona no redunda sólo para la persona sino también para la generación. Significa otra vez tan solo el velo en el cual queda envuelto todo acontecimiento femenino cuando estas circunstancias son, por así decirlo, desconocidas para los demás. Pero por cierto, sin este velo carecerían de su supremo atestado y por tanto de su fuerza más profunda: ¡es de los manantiales ocultos de donde fluyen los efectos decisivos! Con esto nos encontramos frente a la idea de la virgen como fuerza.

Ya vimos como el hombre conoce la importancia de la virginidad para sí mismo como elevación para el máximo rendimiento. Todo ahorro de fuerza en un punto significa la posibilidad de su intervención reforzada en otro. O sea, que la virginidad, en  esta interpretación, no es exclusión sino conmutación de la capacidad. Esto quiere decir con referencia a la mujer que su capacidad de amor, que no encuentra posibilidad de expansión en una familia propia, se transfiere en la familia de la colectividad. Es, pues, el mismo proceso de entrega que la biología nos muestra en la madre natural, cuando la mujer virgen que no puede hacer fecundas sus dotes en la generación ejerce estas dotes en una obra objetiva. Aquí la idea de virginidad roza la maternidad espiritual. De ella se hablará en otro lugar, aquí tratamos de la mujer en el tiempo; perola madre, también la madre espiritual, no está ligada al tiempo, sino que es una figura intemporal. En este lugar no se trata de la mujer maternal en sentido metafórico, sino de la obra espiritual objetiva de la mujer.

Virginidad significa, pues, en amplia medida, capacidad y libertad para la acción. Así se ve claro que la literatura dramática, o sea la construida puramente  sobre la acción, prefiera tan decididamente la figura virginal de la mujer esposa y madre. La misma ley vale tanto para la figura literaria como para la producción literaria. No sólo una Antígona o una Ifigenia, sino también una Roswitha von Candersheim y una Annette Droste-Hülshoff son esencialmente vírgenes. Así, pues, adquiere una profunda justificación el que la fuerza de la mujer libre de la generación se sienta impulsada a colaborar en la vida histórico- popular de su pueblo; adquiere una más profunda justificación por cuanto el carácter de ésta colaboración determinado por la experiencia es de que siempre “entra en acción” cuando es necesario. La colaboración histórico-cultural de la mujer repite igualmente en el campo de la obra subjetiva lo que ocurre en el de la generación. Cuando falla la línea masculina, la hija representa la línea hereditaria. “La mujer entra en acción” significa, pues, que la mujer señala, pues, que existe alguna irregularidad en el hombre o un vacio en sus filas. Una verdad que encontró su inolvidable confirmación en el frente de retaguardia femenino durante la guerra mundial. O sea que la aparición independiente de la mujer en el terreno cultural es siempre un signo. Aquí otra vez por unos instantes aparece el rostro de la Mujer Eterna sobre la mujer en el tiempo. La mujer “entra en acción” quiere decir que su actividad en sentido estricto no es actividad de por sí, sino entrega; es sólo una forma del femenino fiat mihi. Con esto se ha dicho que la actividad de la mujer se repliega otra vez cuando ya no existe una situación que la requiera. En esta condición se encuentra el extraordinario mérito objetivo femenino, la mayoría de las veces desagradecido, o sea, un título de gloria profundamente velado. El significado de la mujer para la vida histórico- cultural no puede depender en el fondo de su colaboración objetiva; es mucho más profundo.

 De la misma  manera que la virgen, como tal, está al borde de los misterios de  todo lo aparentemente desperdiciado e irrealizado, así también siendo capaz de obrar se encuentra al borde de los mismos misterios. Otra vez  vemos relacionado con el motivo del velo el que la actuación femenina en la inmensa mayoría no llega a ocupar el primer lugar, sino todo lo más, el segundo, o sea que muy pocas veces agota la plena profundidad y fuerza del alma femenina y la convierte en factor cultural femenino independiente; en la mayoría de los casos  se acomoda a la pretensión masculina y ya por esta simple acomodación queda postergada frente a la obra original masculina. De todas maneras también se relaciona con el mismo  motivo del velo el que allí en donde la actuación de la mujer alcanza realmente una originalidad y elevación supremas, surja con más fuerza que en el hombre la impresión de una vocación carismática. El carácter carismático de una vocación o de una acción no significa únicamente el carácter extraordinario, sino sobre todo el religioso. Por eso no es casual si la real genialidad femenina aparece siempre sólo en la esfera religiosa. La grandeza de una Hidelgarda de Bingen, una Juana de Órleans, una Catalina de Siena es imposible paragonarla con la de ninguna mujer en el mundo profano. Así, se comprende que precisamente la Iglesia, aunque hace al hombre portador exclusivo de la jerarquía, reconoce el carisma femenino.

Otra vez nos viene de lo religioso la dilucidación del problema. Al igual que se comprende el sentido de la virgen considerando el concepto de sponsa Christi, igualmente comprendemos la obra genial femenina por el carisma. Sólo Dios puede levantar el velo bajo el cual Él mismo oculto a la mujer; pero esta revelación es sólo un velamiento más profundo. Lo carismático no significa la fuerza de la elaboración de la propia obra, sino la extinción de la persona para ser instrumento del Altísimo. Si antes se trataba del valor de la persona desprendido de cada obra, en la vocación carismática se trata de la obra desprendida de la persona; el mismo carisma se convierte en velo. Al hecho de “ la mujer entra en acción” corresponde en un grado más elevado el hecho de “la mujer está destinada” y sólo lo está en casos extremos, incluso diría desesperados. La más elevada vocación de la mujer es siempre un último recurso. Se comprende la asombrosa importancia de Santa Catalina de Siena o de Sata Juana cuando se sabe quién había fracasado antes en la empresa.

De la misma manera que el valor supremo de la persona sólo puede ser producido por la existencia fútil en cuanto a la actuación, así el carácter autentico de la vocación es producido por lo en apariencia incompetente. Sólo en esto se manifiesta con toda la pureza el carácter del enviado. Desde aquí queda deslucidado por qué las más grandes figuras de la Historia universal parecieron insignificantes o ineptas a sus contemporáneos al principio de su carrera y por qué su importancia se vió más tarde contra todo  lo que se esperaba. Lo valioso en el hombre está siempre en peligro, de manera que finalmente presenta sólo el valor de algún esfuerzo y no el valor de la persona; así lo elegido en primera línea está siempre el peligro de exponer, no la vocación, sino el grado de aptitud, es decir, de no realizar la misión, sino de prevalecer ellos mismos. Pero en toda gran realización hay un factor positivo que no sólo atañe a  las posibilidades del realizador, sino incluso a sus intenciones; con otras palabras: la voluntad divina y del acto creador es la autentica característica de toda gran obra humana y de todo gran acto humano.

Para comprobar esto a veces tiene que ser invocado  lo incompetente, debe hacerse visible el invisible de los acontecimientos. Este es el significado simbólico de la mujer carismática. El fundamento esencial de su elección frente al hombre reside en el hecho de su mayor facilidad para extinguir su personalidad, convirtiéndose en simple instrumento y receptáculo. Ser portadora del carisma significa se ancilla Domini.

Así la obra  asombrosa de la mujer, la carismática, permanece también en los límites  de lo femenino, en la línea de la simple colaboración, o sea, en la línea de María. Precisamente con esto  eleva el esfuerzo menor de sus  hermanas  insignificantes. Sobre ella cae un rayo del misterio  de la Mujer Eterna, y a través de ella el mismo rayo cae sobre aquéllas.  Otra vez aparece la idea de la representación. El coloquio fraternal entre la sponsa Christi y la mujer  que ha quedado incompleta en el mundo  continúa. Partiendo del carácter de la simple colaboración, también de la mujer carismática se deslucida el misterio de por qué el esfuerzo femenino fuera del carisma siempre permanece en segundo o tercer lugar. El motivo no consiste en una menos capacidad, sino en la esencia y misión de lo femenino. Lo que se dijo antes del valor de  la persona se dice también aquí. En una agudización suprema del pensamiento precisamente la obra modesta testimonia el de la mujer o como puntal visible sino invisible de la vida histórica. La virgen representa el supremo valor del éxito, reconocimiento, logro, no ya de toda capacidad, sino también de toda obra; representa así mismo la más elevada realidad de lo desconocido, aparentemente ineficaz y oculto en Dios. Pero con ello, como las solitarias tumbas de una guerra perdida, responde al sentido supremo de la Historia: sobre el mundo visible ella responde al mundo invisible.

SANTORAL 28 DE JULO




28 de julio



 SAN INOCENCIO,
Papa y Confesor



   San Inocencio estaba en Ravena cuando Alarico, rey de los godos, saqueó la ciudad de Roma. Después de la partida de los bárbaros, volvió a Roma a consolar a su afligido pueblo. La paciencia que inspiró a los cristianos en esas tristes circunstancias impresionó vivamente a los paganos y convirtió a gran número de ellos. Condenó los errores de los pelagianos y excomulgó al emperador Arcadio y a la emperatriz Eudocia, por haber desterrado a San Juan Crisóstomo. Murió en el año 417, después de 15 años de pontificado.

MEDITACIÓN SOBRE LA INOCENCIA

   I. Hay que ser inocente para entrar en el cielo; nada sucio penetra en él. Si perdiste la inocencia bautismal, será menester no sólo recurrir al sacramento " de la penitencia, sino también expiar con lágrimas, oraciones y buenas obras, la pena debida por tus pe- cados mortales, aunque estén perdonados; si aquí abajo no pagas esa deuda, forzoso será que la pagues en las llamas del Purgatorio. Elige. Solamente hay dos caminos para llegar al cielo: la inocencia y la penitencia. El primer grado de la felicidad es no pecar; el segundo, reconocer las faltas. (San Cipriano).

   II. Vela por la pureza de tus manos, de tu corazón, de tu lengua, es decir, de tus acciones, de tus pensamientos y de tus palabras. Tus palabras son el intérprete de tus pensamientos; serán puras si tus pensamientos son puros, porque de la abundancia del corazón habla la boca. La bondad como la malicia de nuestras acciones viene de nuestra voluntad: de ella proceden la vida y la muerte. Cuida, pues, con todo esmero, la pureza de tu corazón.

   III. Si injustamente se te acusa de alguna maldad, regocíjate al verte tratado como lo fue Jesucristo. Consuélate con el testimonio de tu conciencia y con el pensamiento de que Dios conoce tu inocencia. Quéjate a Jesús crucificado, como un amigo a su amigo, de la injuria que se te hace. Dile: Señor, soy inocente de la maldad que se me imputa, pero he cometido muchas otras que merecen mayor castigo. Menos sufrimos de la que en realidad merecemos. (Salviano).

La santidad

Orad por la Jerarquía

ORACIÓN

   Señor, que la generosa confesión de vuestros santos Nazario, Celso, Víctor e Inocencio reanime nuestro valor y nos obtenga el socorro que reclama nuestra flaqueza. Por J. C. N. S. Amén.

viernes, 27 de julio de 2012

SANTORAL 27 DE JULIO



27 de julio


 SAN PANTALEÓN,
Mártir



Yo conozco tus obras, tienes 
nombre de vivo, pero estás muerto.  
(Apocalipsis, 3, I).

   Hecho cristiano, San Pantaleón, médico rico de Nicomedia, no abandonó su profesión; no hizo sino ejercerla con más éxito: sanaba a los enfermos invocando el nombre de Jesús. Los médicos paganos, envidiosos de sus curaciones maravillosas que de este mod9 efectuaba, lo denunciaron al emperador l\.1aximiano. Éste le hizo sufrir los más crueles tormentos; pero el santo, alentado por la aparición del Salvador mismo, los soportó con invencible valor. Fue por fin decapitado, hacia el año 305.

MEDITACIÓN SOBRE LAS ENFERMEDADES
DE NUESTRA ALMA

   I. El pecador está ciego: no ve ni las recompensas del paraíso ni las penas del infierno, ni la belleza de la virtud ni la fealdad del vicio; no considera sino el falso brillo de las riquezas, los encantos fa- laces de los placeres, y el vano aparato de la gloria mundana. Pecador, abre por fin tus ojos; considera que esos tesoros te abandonarán a tu muerte, que esos placeres yesos honores se desvanecerán como un sueño. Di a la vanagloria: adiós, eres sólo falsía, y, en partiendo, eres nada. (San Clemente de Alejandría).

   II. El pecador está enfermo. El desorden de los humores es la causa de las enfermedades del cuerpo; el desorden de las pasiones es la fuente de las enfermedades del alma; ellas turban nuestra razón y le impiden dirigirse a Dios. ¿De dónde provienen tus pecados? Del desorden de tus pasiones: amas lo que deberías odiar, te horroriza lo que deberías amar. Pasa revista a tus pasiones, examina tus deseos, tus inclinaciones y tus aversiones; y, después que hayas conocido su desorden, di a Dios: Señor, el que no os ama está enfermo.

   III. El pecador no sólo está enfermo, sino que está muerto, puesto que ha perdido la gracia; es más difícil convertir a un pecador que resucitar aun muerto. ¡Oh supremo Médico de nuestras almas, Vos que habéis dado vuestra vida para librarnos de la muerte del pecado, resucitadnos! Hagamos todo lo que podamos para salir del pecado, y pidamos a Dios que tenga piedad de nosotros. Estoy enfermo, llamo al médico; estoy ciego, corro a la luz; estoy muerto, suspiro por la vida. Vos sois el Médico, la Luz y la Vida, ¡oh Dios de Nazaret! (San Agustín).

El conocimiento de sí mismo
Orad por los enfermos.

ORACIÓN

   Haced, os lo rogamos, Dios omnipotente, que la intercesión de San Pantaleón, vuestro mártir, libre nuestro cuerpo de toda adversidad y purifique nuestras almas de todo mal pensamiento. Por J. C. N. S. Amén.

jueves, 26 de julio de 2012

SANTORAL 26 DE JULIO



26 de julio

SANTA ANA,
Madre de la Santísima Virgen María

Por el fruto se conoce el árbol.
(Mateo, 12, 33).

   Santa Ana, después de veinte años de infecundidad, obtuvo del Cielo, por sus lágrimas, sus ayunos y oraciones, el favor de ser madre. Educó a la Virgen María como a hija que le había concedido el Cielo para algún gran destino. Cuando la niña cumplió tres años, Ana la condujo al Templo y la ofreció al Señor. Poco tiempo después murió con la muerte de los justos, tan preciosa siempre ante los ojos de Dios.

MEDITACIÓN SOBRE TRES CONDICIONES
REQUERIDAS PARA QUE NUESTRAS ORACIONES
SEAN EFICACES

   I. Sólo después de veinte años de súplicas y de mortificaciones, Santa Ana fue escuchada. No te desanimes si Dios no te concede de inmediato lo que le pides: persevera en la oración, obtendrás, siempre que pidas cosas buenas y que lo pidas con humildad y confianza. Aplazas el escuchar, oh Dios mío, a fin de enseñarnos a pedir; finges no oír, a fin de que perseveremos. (San Anselmo) .

   Un ángel vino a anunciar a Santa Ana que su oración había sido acogida, y ella creyó sin titubear Nuestro Señor mismo ha dicho que todo lo que pidieres en su nombre, te será concedido; ¡y todavía lo dudas! Dios puede y quiere concederte las gracia que le pides; no carece de Poder ni de voluntad para esto, puesto que es omnipotente y más vivamente quiere hacernos don de sus mercedes que lo que nosotros mismos queremos tenerlas. Ruega, pues, pero hazlo con fe viva e inquebrantable; pide por los méritos de Jesucristo. ¿No es verdad, acaso, que te diriges a Dios sólo después de haber agotado todos los medios mundanos?

   III. Santa Ana, agradecida por el favor que el cielo le había acordado, ofreció a Dios en el Templo, a la hija que le había dado. ¿Has agradecido tú las gracias que de Él has recibido? ¿Tal vez las has olvidado, acaso has abusado de ellas Para ofender a Dios tu bienhechor? No es digno de recibir nuevos beneficios quien no agradece los que ha recibido. (San Bernardo).

La mortificación
Orad por la perseverancia de los buenos.

ORACIÓN

   Oh Dios, que os dignasteis conceder a Santa Ana la gracia de dar al mundo a la Madre de Vuestro Unigénito Hijo, haced, Por vuestra misericordia, que nos ayude junto a Vos la intercesión de aquélla cuya fiesta celebramos. Por J. C. N. S. Amén.

 

miércoles, 25 de julio de 2012

SANTORAL 25 DE JULIO



25 julio


SANTIAGO EL MAYOR,
Apóstol



 La paz os dejo, mi paz os doy: no os la doy Yo como  
la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, ni tema.
(Juan, 14, 27).

   Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y hermano de San Juan, predicó el Evangelio en Jerusalén inmediatamente después de la ascensión de Jesucristo. Llevó después la antorcha de la fe a España; mas, no correspondiendo el éxito a sus esperanzas, volvió a Jerusalén donde, entre otras personas, convirtió al mago Hermógenes. Irritados los judíos, excitaron contra él a Herodes Agripa, y éste para complacerlos, hizo decapitar al santo Apóstol. Su cuerpo, enterrado en Jerusalén, fue después transportado a España; descansa en la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, y todos los años atrae a un número prodigioso de peregrinos.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA
DE SANTIAGO, APÓSTOL

   I. Santiago dejó su barca, sus redes, su padre y todo lo que poseía, al primer llamado del Salvador . Jesús te llama a ti desde hace muchos años a una vida más santa, y todavía estás en medio de los estorbos del mundo. Tus inclinaciones, tus riquezas, tus empresas. son otras tantas redes que te impiden ir a Dios. Rompe tus ataduras; esas ocupaciones que te divierten y cautivan son indignas de un corazón hecho para amar a Dios.

   II, Este santo Apóstol no vio siempre el éxito responder a sus esperanzas; pero sus decepciones no lo abatían, porque regulaba su conducta según la de Dios. Haz todo lo que esté en tu poder para cumplir dignamente la tarea que Dios te ha confiado. Si el éxito corona tus trabajos, bendice al Señor por ello y a Él refiere toda la gloria que provenga. Si no ob tienes lo que esperas, no te quejes, es cosa de Dios proporcionar el éxito que a Él le plazca. Acaso te perdería la vanidad si llevases a buen fin todas tus empresas.

   III. Santiago volvió a Jerusalén, su patria; y sus conciudadanos, como recompensa a sus trabajos, le dieron muerte. Prepárate a recibir el mal por el bien que haces a tu prójimo. Los sufrimientos y las aflicciones nunca faltarán a los que buscan a Dios; es una señal infalible de que Dios quiere recompensarlos en el otro mundo. No puede faltar la gloria a los justos que soportan el sufrimiento y las tribulaciones; espérales la corona eterna.

El celo por las almas
Orad por los peregrinos. 

ORACIÓN

   Señor, santificad y proteged a vuestro pueblo, a  fin de que ayudado por la asistencia de vuestro Apóstol Santiago, os sea agradable por su conducta y os sirva en perfecta tranquilidad de espíritu. Por J. C. N. S, Amén.

 

martes, 24 de julio de 2012

SANTORAL 24 DE JULO


  • Santa Cristina,Virgen y Mártir
  • Santa Cristina La Asombrosa
  • Mártires de Durham de 1594
  • Beato Juan Speed o Spence, Mártir
  • Beato Juan Ingram, Mártir
  • Beato Jorge Swallowel, Mártir
  • Beato Juan Boste, Mártir
  • Beato Agustín de Biela
  • Beata Cunegunda
  • Beato Juan Tossignano
  • Beato Nicolás Linköping

24 de julio


SANTA CRISTINA,
Virgen y Mártir



Todos buscan sus propios intereses
y no los de Jesucristo. 
(Filipenses, 2, 21).

   Santa Cristina demostró ya a la edad de doce años cuán a pecho tomaba los intereses de Jesucristo. Rompió los ídolos de su padre sin preocuparse por los castigos a que la exponía este acto de celo. Su padre la hizo azotar y abofetear brutalmente por sus sirvientes. Fue arrojada en una hoguera y salió de ella sana y salva; se le cortó la lengua, y siguió alabando a Dios. Murió finalmente, atravesada con flechas. Sus reliquias son veneradas en Palermo de Sicilia.

MEDITACIÓN - TODOS BUSCAN
SUS INTERESES

   I. Cada cual procura sus intereses. El avaro busca las riquezas; el voluptuoso, los placeres; el soberbio, los honores. Saca de esta verdad dos conclusiones: la primera, que no hay que contar con la abnegación de los hombres, sino que hay que confiar en la bondad de Dios; la segunda, que debes deplorar la ceguera del mundo que se adhiere enteramente a bienes pasajeros, mientras descuida los bienes eternos. Que la gloria de Dios sea el fin de todas tus acciones, y no tu gloria propia o tu placer.

   II. Muy pocas personas hay que busquen la gloria de Jesucristo; hasta es lo más frecuente que los que parecen consagrados a los intereses de Dios, busquen todavía su propia gloria o algún interés temporal. ¿Cuál es el fin que persigues en todo lo que emprendes? En vano pretenderás trabajar por Dios: tu conducta y tus acciones desmienten tus palabras. ¿Puede acaso la lengua negar lo que hace la mano y la palabra destruir lo que ejecutan los actos ? (Tertuliano).

   III. El mejor medio Que hay para procurar tus intereses y trabajar para ti mismo es servir a Dios, porque es el medio que tienes para poner orden en tu negocio más grande, que es la salvación de tu alma. Dios mío, ¡cuán bueno sois! Nada puedo hacer por ti sin trabajar para mi. Y, a la vez, ¡cuán culpable soy para querer más perderme ofendiéndoos que salvarme sirviéndoos! Dios puede ser feliz sin mí, sin Él yo no puedo ser sino desgraciado. Dios no tiene necesidad de tenernos por servidores, y nosotros tenemos necesidad de tenerlo por Señor. (San Agustín).

El cuidado de la salvación
Orad por los enemigos de la Iglesia.

ORACIÓN

   Que la bienaventurada Cristina, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por la valentía en confesar vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S. Amén.