- San Atanasio, Obispo y Doctor
- Santa Zoe, Mártir
- Santa Mafalda o Matilde, Monja
- Beato Conrado de Seldemburem
- San Exuperio, Mártir
- San Waldeberto, Abad
2 de Mayo
SAN ATANASIO,
Obispo y Doctor
Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa
os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren con
mentira toda suerte de mal contra vosotros.
(Mateo, 5,11).
MEDITACIÓN SOBRE
LAS PERSECUCIONES
I. Dios permite que sus más fieles servidores sean probados por la persecución, sea para castigar los por alguna falta leve o para volverlos más vigilantes, sea para acrecentar su corona o impedir que la prosperidad los pierda. En las pruebas, Dios siempre busca su gloria y el bien de nuestras almas; no te quejes, pues, sino agradécele. Dios te envía males porque has despreciado bienes. Reconoce en sus golpes al que no reconociste en sus regalos. (San Cipriano).
II. En todas las acusaciones que se dirijan contra ti, mira si cometiste las faltas que se te reprochan. Si eres culpable, pide perdón a Dios; entristécete, no de haber sido acusado, sino de haber, con tus faltas, dado motivo a la acusación. Agradece a Dios de que se sirva de la mano de tu adversario para punzarte el absceso que tú hubieras ahogado.
III. Si eres inocente de la falta que se te imputa, si hasta eres perseguido por una acción buena, agradece a Dios, regocíjate de que te haga sufrir por la justicia. No te afanes en justificarte, tarde o temprano lo hará Dios. A menudo un padre hace castigar a sus hijos por intermedio de malos servidores, sin embargo prepara una prisión para éstos y reserva la herencia para aquellos. (San Agustín).
La paciencia
Orad por los perseguidos
a causa de su justicia.
ORACIÓN
Os suplicamos, Señor, escuchéis las oraciones que os dirigimos en la solemnidad de vuestro confesor pontífice San Atanasio, a fin de que los méritos y la intercesión de quien dignamente os ha servido nos obtengan el perdón de nuestros pecados. Por J. C. N. S. Amén.
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