Fátima Profecía Apocalíptica
Las apariciones de Fátima (en Portugal) son una indicación concreta de lo anunciado en La Salette, es decir que señalan con el dedo, la Apostasía de Roma. El tercer secreto, en realidad tercera parte de una misma profecía, indica la pérdida de la Fe de Roma (del Vaticano mismo) y la consiguiente apostasía que esto implica. De aquí que no se lo ha querido revelar, estando condenado prácticamente en el index, que sólo funciona para la verdad mientras el error y las herejías tienen libre difusión.
La jerarquía de la Iglesia no quiere publicar el 3er Secreto, es ella (esta jerarquía) la destinataria del mensaje, es ella quien debe publicarlo, no Sor Lucía (pues de lo contrario sería la primera responsable de no hacerlo) quien es sólo una mensajera, una intermediaria entre el cielo y la jerarquía de la Iglesia a quien va destinado el mensaje y su contenido, y sobre quien recae toda la responsabilidad.
El contenido del 3er Secreto apunta a la pérdida de la Fe (Apostasía) general por culpa y obra de la Jerarquía de la Iglesia, desde el mismo Vaticano. En primer lugar, Fátima es una profecía apocalíptica, como tal es un vaticinio sobre algo futuro, es una predicción, un anuncio que revela (da a conocer) cosas distantes (futuras).
Profecía recordamos con Santo Tomás es una visión (conocimiento) de cosas distantes (ocultas) a los sentidos, de aquí que profecía viene de procul = distante y de phanos = aparición, es decir que la profecía es una visión o conocimiento de algo oculto a los sentidos. Trata de cosas futuras conocidas o sabidas por revelación de Dios. Así tenemos la segunda acepción del término profecía que viene de porro = a lo lejos y de fantur = decir, con lo cual la profecía es una locución dando a conocer las cosas que por revelación de Dios se saben, como ya vimos.
Profecía apocalíptica, decimos que es Fátima, pues al igual que el Apocalipsis (revelación) es una profecía del fin de los tiempos. Que el Apocalipsis sea lo que afirmamos bástenos citar lo que dice el Padre Joseph Maitre: «El apocalipsis es esencialmente una profecía o una revelación del futuro». «El futuro que predice el profeta (S. Juan) concierne al tiempo que debe transcurrir desde su época hasta el fin de los tiempos». «El profeta apunta antes que todo a los últimos tiempos» (La Prophétie des Papes. Paris - Beaune, 1904 p. 311, 313, 318 respectivamente).
También Scio en su Advertencia sobre el Apocalipsis dice: «En una palabra, comprende este libro una profecía de los sucesos considerables de la Iglesia, desde la primera hasta la segunda venida de Jesucristo, en que vencidos, postrados, y abatidos todos sus enemigos, entrará triunfante, y acompañado de sus escogidos en la eterna y quieta posesión de su reino,» y además tenemos que «el común sentir de los mismos padres, fundado en las Escrituras, es que muchos lugares del Apocalipsis solamente deben referirse a aquel tiempo, en que el mundo tendrá fin.» La Sagrada Biblia N. Testamento tomo II, p. 361-362).
Y para que no quede lugar a duda de la armonía y de la concordancia entre Fátima y el Apocalipsis nos remitimos a las siguientes palabras del P. Joseph Maitre: «Esta profecía es, en efecto, como lo demostraremos, la historia anticipada de la Iglesia. La cual parece destinada a prevenir a los fieles de todos los tiempos, especialmente a aquellos de los últimos años, contra las grandes pruebas del futuro, conteniendo las advertencias más saludables para ellos, al mismo tiempo que hace irradiar ante sus ojos las promesas de un próximo triunfo». (La Prophétie... p. 288)
Triunfo (apocalíptico) que concuerda con lo enunciado en Fátima: «Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará,» (Memorias de la Hna Lucía. 3ª Edición Oct. 1988 Vice-Postulaçao, Fátima p.165).
Fátima señala y vaticina sobre acontecimientos relativos a los últimos tiempos y a esto se ordena el 3er Secreto, el cual es una puntualización apocaliptica, que Roma y el Vaticano no quieren publicar, pues les señala y acusa con el dedo.
El Tercer Secreto: su contenido
Es sabido que en realidad hay un solo y mismo mensaje en tres partes tal como lo manifiesta Sor Lucía en su tercera Memoria, es decir que hay un solo secreto en tres partes, dos de las cuales fueron reveladas y otra no, llamada comúnmente 3erSecreto de Fátima. «¿Qué es el secreto? (se pregunta Sor Lucía) Me parece que lo puedo decir:, pues ya tengo licencia del cielo. Los representantes de Dios en la tierra me han autorizado a ello... Ahora bien, el secreto consta de tres cosas distintas, de las cuales voy a revelar dos. La primera fué, pues, la visión del infierno. (...) visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón» (Op. cit. p. 103). Las tres cosas que conforman el secreto son la visión del infierno, la devoción al Inmaculado Corazón (a quien se le debe consagrar Rusia) y la tercera: el famoso tercer Secreto. Tal como dice la nota 4 de dicha edición:
«Adviértase que se trata de un único secreto, que consta de tres partes. Aquí revela las dos primeras. La tercera fue escrita a finales del año 1943 y encuéntrase hoy guardada en los Archivos Vaticanos.» (p.112).
En su Cuarta Memoria, Sor Lucía nos da la clave del contenido del 3er Secreto, pudiéndose hoy discernirlo por su contexto y por las declaraciones y actitudes de Sor Lucía a otras personas.
El 3er secreto comienza con las palabras reveladas por Sor Lucía en su famosa cuarta Memoria: «En Portugal se conservará siempre el dogma[1]de la Fe, etc.» (p. 165). El final del secreto lo constituyen las palabras: «Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará» tan conocidas por todos, desde la redacción de la tercera Memoria en 1941, si bien Sor Lucía al redactar en su cuarta Memoria de 1941 las primeras palabras con que se inicia el tercer Secreto, no las coloca en su lugar lógico.