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miércoles, 7 de diciembre de 2011

MILAGROS EUCARÍSTICOS

CURACIÓN ESTUPENDA
Año 536, Grecia



San Agapito I, ilustre Pontífice, de extraordinaria pureza de costumbres, gran piedad y vastos conocimientos, se granjeo el respeto y veneración de todo el pueblo cristiano. Desplegó desde un principio de su corto pontificado un carácter vigoroso e inflexible cuando los herejes trataban de atacar el dogma católico, manifestándose siempre muy penetrado de la importancia del deber que le imponía su dignidad, como jefe visible de la Iglesia, de conservar intacto el sagrado depósito de la fe ortodoxa.

Emprendió un viaje a Constantinopla, entre otros motivos, para oponerse a los herejes eutiquianos y a la protección que les dispensaba el emperador Justianiano. En este tal largo camino pasó por un pueblo situado a los límites de Grecia, donde había un joven mudo, horriblemente encorvado, que nunca pudo pronunciar una sola palabra ni levantarse del suelo en que casi se arrastraba.

Sus padres, creyendo que el Sumo Pontífice podría curarle, se dirigieron presurosos a su encuentro, se arrodillan a sus pies, y derramando muchas lágrimas le suplican se digne remediar a un hijo tan querido como desgraciado.

Enternecido el Papa preguntóles si tenían fe en que el enfermo podría recobrar la salud, y contestaron que esperaban el remedio de la divina Omnipotencia por mediación de San Pedro. Entonces se recogió el Pontífice, hizo oración y luego celebró el santo sacrificio de la Misa, terminada la cual, al separarse del altar tomó la mano del encorvado, como hizo un día San Pedro al que estaba en la puerta del templo de Jerusalén, y a vista  de todo el pueblo el joven paralítico se levantó y se puso a  andar.

Después le administró la Sagrada Comunión, y en el mismo instante se le soltó la lengua y habló con gran pasmo y admiración de los que presenciaron tan estupendo milagro, que sirvió para acrecentar la veneración al sucesor de San Pedro y la fe en el augusto Sacramento.

San Agapito murió el dia 17 de abril del año 536, pero la Iglesia honra su memoria el día 20 de septiembre, en que fueron trasladados sus restos de Constantinopla a Roma.

(San Gregorio el Grande, Diálogo libro 3, capítulo3.)



1 comentario:

  1. Caros amigos Lukas e Mariana,
    salve Maria Imaculada.

    Gostei muito do novo visual do blogue, ficou muito agradável. Sou leitora assídua e deixo aqui minha laetitia.

    Saudações brasileiras,
    Letícia

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